La mañana de ese día, la fortaleza rodeada con una niebla, el frío y el silencio, los Targaryen habían tomado una decisión, apoyada por todos sus aliados.
"Vayan a prepararse" ordenó Daemon, todos salieron de la sala a ponerse sus uniformes de montar.
Jacaerys entró a los aposentos de su hermano, quien terminaba que colocarse los guantes.
"Hoy empieza nuestro verdadero reto y siento que ya hemos fallado" Lucerys lo miró y sonrió triste.
"Pues si alguien se atreve a decir algo, tendrá primero que montar un dragón, nadie que no sea capaz de montar un dragón puede decirnos como ser" Jacaerys tomó las manos de su hermano "No dejes que cosas como esas te preocupen, somos Targaryen, Lucerys, montamos dragones solo por diversión, nacemos con dragones, nos criamos con ellos, nadie aparte de nosotros sería capaz de ello, que no te asuste el que puedan decir, eso no va importar cuando tu familia siempre está de tu lado"
Su hermano tenía razón pero aún así, Lucerys no podía dejar de sentir que había fallado, que no cumplió con lo que se espera de él, que se case con una señorita y tenga herederos, pero tampoco se arrepentía de lo que había elegido, supuso que así se sintió su padre cuando decidió ser feliz y huir, no se arrepentía pero a la vez sentía que le fallaba a sus padres y a su pueblo, Lucerys a diferencia de su padre no iba a ser libre, pero eso no quitaba el sentimiento.
Los dragones esperaban en fila a sus jinetes y todos los Targaryen aparecieron caminando directo hacia ellos, listos para montar y volar al desembarco del rey, listos para quitar a los traidores del reino y cobrar su venganza por la muerte de Joffrey.
Nueve dragones se alzaron en el aire, dispuestos a volar al desembarco del rey, no planeaban amenazar a nadie con los dragones estos se quedarían mientras ellos bajaban y caminaban hasta su destino.
*****
Alicent estaba encerrada en sus aposentos sin poder hacer más que llorar desesperada por la desaparición de sus tres hijos, su padre le había gritado que era culpa de ella el que sus hijos se hayan ido, que no les había enseñado la lealtad a su casa ¿pero de cual casa hablaba? Ella sabía muy bien que de la Hightower pero sus hijos realmente no le debían nada a su casa de nacimiento, ahora se daba cuenta que ella fue quien alejo a sus hijos de Viserys, ella y nadie más que ella, todo por culpa de su padre, Rhaenys tenía razón, ella no era libre y nunca lo fue, siempre a la sombra y obediencia a los deseos de otros, mismo que trato de hacer con sus hijos pero ellos tenían sangre de dragón y un dragón no se puede controlar una vez que despierta.
Sir Criston había intentado liberarla muchas veces al igual que Larys pero nada funcionó, su padre se había asegurado de dejarla sin salida.
Un par de horas más tarde, casi de noche, rugidos de dragones se escucharon por toda la fortaleza, había llegado el momento de lidiar con el verdadero dragón, pero Alicent estaba segura que Rhaenyra no le haría nada por la amistad que antes hubo y menos si mencionaba que haber coronado a Aegon había sido deseo del rey.
*****
Arrax al ser el más pequeño iba acompañando a la familia que caminaba hasta las puertas de la fortaleza, se elevó en el aire solo para seguirlos desde arriba, cuidando y a la expectativa de una orden por su jinete.
"Su majestad, la reina Rhaenyra Targaryen, primera con el nombre, reina de los Ándalos, los Rhoynar y los primeros hombres, señora de los siete reinos y protectora de la tierra" A nadie fuera de la fortaleza roja se le pasó el título que se había usado, Otto y Alicent a quien dejaron salir para que los proteja de Rhaenyra.
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Two hearts in the middle of war
FanfictionLuego de ocho años Lucerys regresa al desembarco del rey, para una cena familiar. Luego de que Lucerys le quitara el ojo, no lo volvió a ver, hasta ese día, donde una serie de enredos y discusiones, los llevan a protegerse mutuamente. /Fanfic de hou...