Two hearts in the middle of war

Capítulo dieciséis: Herederos

Todos los que hacia casi veinte años le habían jurado lealtad a Rhaenyra volvieron a reunirse caras nuevas y antiguas solo con un propósito jurar su lealtad al nuevo heredero.

Jacaerys caminaría en medio de lores desde las casas más grandes hasta las casas menores, todos con un solo propósito jurar su lealtad, pero ahora que se haría oficial él estaría en el ojo y la boca de todos, por más de estar preparándose para ello desde que nació, no podía estar más nervioso, sabía lo que su madre sufrió no sólo por demostrar que era digna si no que también para que la aceptarán, ahora sería su momento, tenía que demostrar ser digno, un solo error y todo Westeros lo sabría, tenía que ganarse el puesto y el respeto de los lores y la gente, sería agotador y cansado, pero era para lo que él había nacido y nadie puede escapar del destino, menos dejarse vencer por él.

"No estés nervioso, mi bello niño, lo harás excelente tienes todo lo que se necesita para ser el heredero, es hora de compartir lo que mi padre compartió conmigo antes de nombrarme su heredera, el sueño de Aegon 'el conquistador' lo llamaron la canción de hielo y fuego, en ese entonces el rey Aegon tuvo un sueño profético, trataba sobre un futuro Targaryen que se sentaría en el trono de hierro y que uniría a todo Poniente para defenderlo del frío y la oscuridad de un devastador invierno, de nuestra sangre vendrá la persona que cumpla esa profecía, la cual será pasada de heredero a heredero hasta ese día" Su madre tomó su mano y le dejo un beso en la frente.

"Gracias mamá, por siempre estar ahí" Jacaerys abrazó a su madre siendo recibido de inmediato por los brazos de esta.

"Siempre estaré para ustedes, son lo mejor de mi vida eso nunca va cambiar, son lo único que me importa tener más que la corona o el reino, es hora mi niño" Rhaenyra ingresó primero siendo nombrada con su ahora nuevo título.

"No estés nervioso, Jace, se que lo harás excelente, eres mejor que cualquiera de nosotros, te mereces ese puesto" Aegon se acercó tomando su mano y dejando un beso en su frente "Entra ahí y demuéstrales lo que es ser un dragón".

Aegon entró y se posicionó al lado de su familia, había llegado el momento.

"El príncipe Jacaerys Velaryon" anunciaron su nombre y fue su momento la puerta se abrió y el pasó la mirada de todos estaba puesta en él, mientras él caminaba solo hacía su madre que lo recibía con una sonrisa.

"Mis lores estamos reunidos hoy aquí para hacer el juramento de lealtad al nuevo y legítimo heredero al trono de Hierro" su madre se levantó del trono y miró a todos.

"Príncipe Jacaerys Velaryon, de la casa Targaryen, hijo mayor y primogénito de la reina Rhaenyra Targaryen, heredero al trono de hierro, príncipe de Dragonstone" anunciaron su título y el volteó a mirar en dirección a los lores y vio como poco a poca cada uno le iba jurando lealtad y arrodillados ante él, incluso su familia.

Cuando ya todos estaban arrodillados volteó a ver a su madre parada justo detrás de él, luego vio a Daemon parado mirándolo, fue entonces que él inclino un poco su cabeza hacia él  y supo que podría, lo haría por sus padres, asumiría el reto por ellos.

*****

La celebración del heredero duró casi tres días, todo la celebración se baso en torneos de caballeros, cacerías y cenas, el por su parte disfrutaba junto a Aegon los días de paz en el reino, aunque su hermano era el que más desaparecía durante las cenas, no tenía que preguntar sabía muy bien que estaba con su tío, pero justo ahora necesitaba a su hermano, tenía que hablar con él.

"A mi ni me veas, no iré a ver a esos dos otra vez, no quiero encontrar a mi hermano follándose al tuyo" habló Aegon mirando por la ventana de su habitación.