Larissa Jensen tiene una familia en la que solo les importa seguir con el linaje de sangre pura y marcar la diferencia entre los muggles y los mestizos.
Desde la muerte de su madre, Larissa solo tenía a su hermano mayor para darle afecto a parte de...
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Dementores en Quidditch y la verdad oculta
El castillo fue asegurado como nunca antes lo había visto. A todos los chicos de Gryffindor nos mandaron al gran comedor para pasar la noche mientras los profesores revisaban cada rincón de Hogwarts. Estuve pensando en mi hermano en los últimos minutos, si estaba bien y estaba a salvo en su dormitorio.
No podía dormir bien porque me incomodaba un poco estar en el suelo, pero me quedé despierta unos instantes para poder oír a los profesores hablar sobre la ubicación de Sirius Black en el castillo, pero parece que no había rastro alguno de él. Fue en ese momento que el profesor Severus Snape quien dijo algo que me llamó la atención:
—¿Qué hay de Potter? ¿Debemos advertirle?
—Por ahora que duerma, déjalo nadar en un profundo océano o volar en la nube más alta.
Pareciera que a Dumbledore no se le escapaba nada ya que noté que Harry estaba despierto y el director no se movía del lugar donde estaba acostado el chico de lentes. Se le quedó observando unos instantes antes de desaparecer por la puerta del comedor acompañado del profesor Snape.
—¿Aún no duermes? —Le pregunto susurrando—. Que pregunta tonta, lo siento, debes estar asustado con todo lo que está ocurriendo.
—No es una pregunta tonta, gracias por preocuparte. —Sonríe y podía notar la cicatriz claramente en su frente—. Pero ahora Black está en el castillo, todos, Hermione, Ron, tú, ahora están en peligro por mí. No sé qué es lo que quiere de mí.
Se sentía inútil, quería hacer algo para evitar que ese asesino siguiera rondando el castillo.
—Mejor duerme, tendrás tiempo para pensarlo en otro momento.
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Pasaron algunos días y no hubo rastro alguno de Sirius Black o algún otro cuadro dañado. Pareciera que todo iba normal, pero ni que decir de las clases de Defensa Contra las Artes Oscuras, el profesor Lupin estaba ausente el día de hoy y resulta que el profesor Snape será su remplazo en esta ocasión. Desde que ocurrió el incidente de la Señora Gorda, el profesor de Pociones no paraba de lanzar comentarios para desconfiar del profesor Lupin.
—Vamos a la página trescientos noventa y cuatro —ordenó y todos comenzaron a mover su libro.
—Disculpe señor ¿y el profesor Lupin? —Pregunta Harry.
—Eso no le interesa. —Comenzó a caminar por el salón—. Basta decir que su profesor se encuentra incapacitado para enseñarles en este momento. Vamos a la página trescientos noventa y cuatro.
Avancé las páginas hasta llegar a la que ordenó el profesor y me sorprendí al leer el título.
—¿Hombres lobo? —No pude evitar leerlo en voz alta.
