Tres

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Le conté todo a Keisuke, ya era hora de que supiera la verdad y por todo lo que pasé cuando el se fue.

-Lamento no haberlo dicho antes, pero estaba sola y mi unico apoyo fue Mitsuya junto a Chifuyu...

-¿Chifuyu lo sabía?-El banquete había comenzado pero no podíamos entrar aún sin antes dejar el tema claro.

-Si... pero no te enojes con él, yo le pedí que no te dijera nada-la cara de Keisuke cada vez era mas confusa.

-¿Mi madre sabe sobre esto?-yo negué.

Estaba cabizbaja frente a Keisuke, escuché como soltaba un fuerte suspiro y luego pasaba su mano por detrás de mi cabeza acercándome a él y haciendo que me apoyará en su pecho, unas ganas enormes de llorar se apoderaron de mi pero no quería verme débil una vez más.

-Perdón...-lo escuche decir.-Se que es tarde pero, no quería dejarte.

Me separe unos minutos de él y en su mirada podía notar que me estaba hablando con toda la sinceridad del mundo, pero no se si podría perdonarlo tan fácilmente.

-Fue demasiado rápido... tu despedida... Baji.

-Pero ahora he vuelto para quedarme.

Chifuyu a estado llevando la compañía demasiado bien aquí así que es tiempo de ponerme al tanto...-tomo mi mentón levantándo mi mirada- y también es momento de ponerme al día con mi hijo ¿No crees?

Sonreí levemente al escucharlo decir "mi hijo" no pensaba que fuera tan fácil reconocerlo, pero me alegraba que lo tomará bien.

-Daisuke... tu... tu hijo se llama Daisuke.-Baji volvió a abrazarme y está vez rodee su torso con mis brazos, necesitaba demasiado este apoyo, siempre lo necesite a él realmente.

La velada transcurrió normal o eso puedo decir ya que después de hablar con Baji, cada quien fue a su mess correspondiente, me senté junto a Mitsuya y mis hermanas que tenían a Daisuke en sus brazos, él sonreía más de lo normal, amaba ver a Daisuke sonreír.

Luego de que Kaori agradeciera a las personas invitadas a su boda, comenzó la fiesta en honor a la unión con su esposo.

-¿Te vas a quedar? Por favor quedate Mei, puedes quedarte aquí en mi casa, puedo preparar una habitación y...-reí ante la suplica de Kaori, no podía quedarme en su fiesta ya que Daisuke estaba algo inquieto por el ruido y debía hacerlo dormir.

-Me encantaría Kaori, pero Daisuke ya tiene sueño-miré como mi pequeño bebé pasaba su mano por sus ojos a la vez que bostezaba.

Kaori puso una mano en su mentón y luego me adentro a la casa, íbamos por el gran salón blanco cuando de pronto nos encontramos con Baji que venía desde la entrada principal, se había quitado la ropa que llevaba hace un rato y ahora iba con algo mas cómodo.

-¿No deberias estar celebrando?-pasó una mano por su cabeza desordenando su cabello.

-Tch, callate Keisuke...-Kaori comenzó a mirar desesperada como si estuviera buscando a alguien.

-Estaré bien Kaori, ve con tu esposo...

-Pero quiero que te quedes-hizo una cara de tristeza, si de algo estaba segura es que a los Baji nunca podía decirles que no y eso estaba comprobado por Kaori, Keisuke y Daisuke.

-Haré dormir a Daisuke y luego puedo bajar para estar contigo-le sonreí.

-Esta bien, ahora me voy con mi esposo-salio corriendo para luego dejarme sola junto a Keisuke.

Hubo un silencio algo incómodo por parte de ambos, decidí ignorar su presencia y buscar alguna habitación en la cual poder quedarme con Daisuke. Encontré una habitación algo apartada del lugar de la fiesta así que el ruido no se escuchaba hasta esa distancia, entré y deje suavemente a Daisuke en la cama, no pasaron ni 5 minutos cuando Daisuke ya se encontraba con los ojos cerrados, tenía una manera muy fácil de dormir, cada noche acariciaba el puente de su nariz, eso lo relajaba.

Dame una oportunidad-Baji Keisuke.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora