Cap 1. El ascensor que no dejaba de subir

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Esta historia empezó en una ciudad altamente poblada.
Ciudades como éstas, tienen una característica, la población aumenta, por eso las casas empiezan a construirse hacia arriba, estos edificios son llamados rascacielos.
Y en ciudades como éstas, el comercio está muy bien desarrollado. Por esa razón se forman grandes empresas en los cuales trabajadores hacen su deber y consiguen una buena capital.
Rodin es una persona como esas, tiene una familia corriente y el salario los mantiene, y de sobra.
Por eso decidió ir un sábado caluroso a mirar la vivienda en la que se podrían mudar.
En la ubicación de ese edificio se podía apreciar unas vistas que daba hacia la ciudad, habían grandes balcones, todo como Rodin quería. Así que giró el coche y subio por el pequeño camino que llevaba hacia el edificio.
El edificio parecía tener veintisiete pisos, estaba recién construido y por eso aún no había nadie que residía allí.
Rodin paró el coche frente al edificio y bajó, se le acercó el olor a nuevo, pero Rodin se entusiasmó más. Pasó por la entrada y vió que el suelo estaba hecho de mármol y las paredes con cuadros que tenían "sentido artístico".
Después de unos minutos observando el edificio se le hizo algo extraño, sabía que no vivía nadie aquí, pero no estaba ni siquiera el conserje.
Decidió golpear fuertemente a los buzones de acero inoxidable para que saliera alguien, y efectivamente, bajó un anciano con cara de no ser muy amistoso: "que quieres?"
Rodin se giró: "he venido a ver pisos!"
La actitud del anciano cambió lentamente hasta que por fin colgó una cara agradable, sacó las llaves y dijo: "que piso quieres ver?"
Rodin ya lo tenía planeado, dijo enseguida: "del piso veinte para arriba, pero no el último, que haría mucho calor!"
Sacó un par de llaves: "son dos viviendas del piso veintidos, míralo tú mismo."
En este año, Rodin ha visto muchos pisos, pero nunca lo ha hecho él solo, aunque tenía ganas de verlo solo porque podría mirar sin tener en cuenta lo que le dicen. Ya que es algo en que gastaría todos sus ahorros, así puede mirar todo el rato que le de la gana.
Cogió las llaves y entró al ascensor y pulsó el botón veintidos.
El ascensor era bastante amplio, los lados estaban hechos de aluminio.
Cuando el ascensor empezó a subir Rodin ya estaba pensando en que si se comprara el piso lo iba a amueblar con muebles lujosos, o tal vez también encargar a que reformaran el piso. Así ya no necesitarían pagar el alquiler, además este edificio es muy bonito, podría beber un brandy junto a su esposa en el balcón.
Cada vez más impaciente por ver el piso, pero cuando por fin empezó a darse cuenta de que permanecía demasiado tiempo en el ascensor, miró a los botones, no estaba encendida ni siquiera la pantalla del piso.
Pensó que tal vez se soltó algún cable y que luego se lo dirá al conserje. También pensó que siendo una planta alta puede que tarde más de lo normal.
Intentó calmarse silbando una canción popular, pero al acabar la canción, Rodin se empezó a preocupar porque notaba que el ascensor seguía subiendo.
Golpeó la puerta una y otra vez, sabía que ni se iba a abrir, pero llevaba demasiado tiempo en el ascensor!
Aunque sean veintidos pisos el ascensor debería de haber llegado hace rato. Pulsó varios botones pero no servia de nada, el ascensor seguía subiendo, eso lo tenía claro!
Rodin se puso bastante nervioso, pero de repente se burló de si mismo, porque aunque pare el ascensor no pasaría nada, y menos si siguiera, dónde podrá llegar el ascensor? Como mucho llegaba a la planta superior y pararía, acaso se iba a salir del edificio y seguir subiendo?
Al pensar en eso Rodin se echó a reír, quizá porque estaba muy nervioso, pero en el fondo sabía que el ascensor seguía en marcha. Poco a poco ya no se reía, se dió cuenta de que permaneció DEMASIADO tiempo en el ascensor. No hay un ascensor que tarde más de cinco minutos, y menos que aún no pare.
Empezó a sudar, no era porque tenía calor, sino que ya se aterrorizaba por lo sucedido. Volvió a apretar todos los botones, hasta los de parada de emergencia y los de alarma. No funcionaba ninguno, pero no tenía nada que hacer. Calculando el tiempo que llevaba por lo menos habría subido unos miles de metros!
Rodin se tranquilizó, no paraba de suspirar, aquello era imposible, este edificio solo tiene veintiseite plantas, estaba claro que no podía subir miles de metros. Seguramente el ascensor había parado ya, y lo que pasaba es que se lo estaba imaginando él.
Por mucho que piense en eso, Rodin no era de los que no se había montado nunca en un ascensor, se notaba que estaba subiendo.
Después de dos minutos, el pánico hizo su efecto en la cara de Rodin, parece como si estuviera en una pesadilla. El ascensor que no dejaba de subir, a dónde le llevará?

(Bueno, este ha sido el primer capítulo que escribo de mi historia. Os indico que publicaré cada lunes, miércoles, jueves y sábado.
Esta es la primera novela que escribo y espero que os guste. Una cosa más, el protagonista no ha aparecido aún)

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