Cap. 3 El caso extraño ocurre de nuevo

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Yo no conozco a Rodin, y tampoco a Carlos. Soy el viejo amigo de Trent, esta historia me la contó Trent una vez por casualidad.
"En un espacio tan pequeño como el ascensor, la claustrofobia puede producir alucinaciones." Dije yo extrañando.
"Yo también pienso que es eso, este hombre parece un poco alocado, pero lo que le sucedió parecía ser real." Respondió Trent.
Y yo dije: "Hay personas que se creen la imaginación en algo real."
Trent se puso a reir a carcajadas: "También hay personas que se creen psicólogos. Pero bueno, al fin y al cabo el desafortunado soy yo, el coche ese me lo trajeron de Italia, diseñado y hecho para mí. Ahora me he quedado sin coche."
"Sí que sabes disfrutar de la vida macho!" Le dí un golpe en el hombro.
"Qué quieres que haga? Soy un detective, hay gente que me quiere pagar así!" Dijo con cara de sonrisa.
Después de charlar un rato, le pregunté: "Al final te compraste el piso si o no?"
"En principio yo si que quería comprarlo, pero mi mujer dijo que lo que pasó daba mala suerte así que al final no lo compramos" Dijo Trent.
"Ni siquiera subiste a echar un vistazo?" Pregunté de nuevo.
"Por supuesto que no!" Exclamó.
"Te podría pasar lo mismo que le ocurrió a Rodin." Bromeé
"Ojalá fuera así." Respondió
Con una cara amistosa me dijo: "Ya que no tienes nada que hacer, acompáñame a mirar ese piso." Dijo Trent
"Para qué vamos a mirar eso?" Negué con la cabeza.
"El ambiente de allí esta muy bien." Insistió.
El amigo tenía razón, no tenía nada importante que hacer, decidí ir con él porque el caso de Rodin parecía interesante.
El atardecer alargó la sombra del edificio, un coche paró frente a éste.
"Señor Carlos, señor Carlos!" Gritó Trent.
La luz de la finca estaba encendida, no dudamos en entrar, en seguida vimos al conserje. Carlos daba una sensación de ser un conserje psicópata por esos ojos tan pequeños.
"Bienvenido, señor Trent." Saludó Carlos.
"La otra vez tuve un accidente al venir, he vuelto para preguntarte si has vendido ya las viviendas de pisos altos." Dijo Trent.
Carlos suspiró: "No, no he vendido ninguna vivienda."
Me quedé alucinado, sea por el ambiente o bien por la construcción, este edificio se habría llenado antes de que se acabara de construir.
"Todo es por el jefe, a este tío no le importa ganar dinero, y parece ser que le sobra. Normalmente, cuando las construcciones tienen el plano, se debería de publicar para que la gente lo sepa. Pero este tío no lo hace así."
Trent sacó la mano: "Por favor, dejame las llaves de un piso alto."
"Se esta oscureciendo, os dejaré una linterna por si acaso." Dijo mientras le daba la llave.
Carlos no se vino con nosotros, solo le acompañé yo a Trent. Cuando las puertas estaban a punto de cerrarse Trent preguntó: "Se han arreglado ya las luces?"
"Sí, ya funcionan!" Gritó Carlos.
Como era de esperar, Trent pulsó el piso veintidos. Nos pusimos un poco emocionados y a la vez nerviosos.
Mediante iba subiendo el ascensor la luz cambiaba, y después de un par de segundos el ascensor se paró.
Salimos del ascensor mirandonos, efectivamente, Rodin era un loco perdido.
La vivienda esta bien decorada, decidimos salir al balcón, y las vistas no eran como las dijo Rodin. Era un disfrute de panorama urbana.
Trent salió de baño secando las manos y dijo: "Me gusta, voy a comprarlo!"
"No crees que será por algo que no lo compran?" Dije bromeando.
"No pasa nada! Me gusta que se esté tranquilo."
Tras un rato de visita, bajamos por el ascensor y tampoco pasó nada fuera de lo normal. Nos estaba esperando Carlos en la puerta, al vernos se alegró.
"Ay! Se me olvidaró el reloj arriba, me lo quité cuando estaba lavandome las manos."
"Pero si es un reloj, que más te da!" Dije.
"Vale mas que tu coche de chatarra, ahora vuelvo." Dijo Trent.
No pensé subir con él, y estaba seguro de que volvería en nada.
Ví que entró al edificio y pidió las llaves y la linterna a Carlos, después entró al ascensor.
Estaba esperándole en el coche. Trent y yo hemos vivido muchas aventuras juntos, sin duda esta es la mas aburrida.
Me acomodé en el coche y puse una canción reciente. Al acabar y escuchar la canción, que serían unos cuatro minutos, Trent aún no había vuelto. Miré hacia la finca y la luz de la planta baja seguía encendida, pero Trent no aparecía. En ese momento me acordé del caso de Rodin, me dieron escalofríos, pero pensé que tarde unos minutos es normal.
Encendí un cigarrillo, cuando ya iba por la mitad ya no aguanté más, salí del coche y entré.
"Carlos, dónde está Trent?" Pregunté
"Está tardando mucho, no ha bajado aún."
Después de un buen rato dando vueltas, pregunté de repente: "No hay un segundo ascensor?"
"No, este és el único, quizá esta sea la razón por la cual la gente no compra piso." Respondió el viejo conserje.
"Carlos! Voy a subir, recuerda que si baja Trent dile que me espere. Que no suba a por mí!" Le dije.
"Pero señor Drew, son veintidos pisos!"

( CAPÍTULO EXTRA! Me haríais un gran favor si dejarais surgerencias o alguna opinión en los comentarios, muchas gracias. Mañana un capítulo más)

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