Capítulo 42

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La ambulancia va a toda velocidad por las poco transitadas carreteras rurales, el pulso de Oliver va a cien por hora mientras manda mensajes a Félix para informarle de lo que ha sucedido. Guarda el móvil en el bolsillo delantero de la chaqueta de pesca y mira a Marcus.

Está herido, muy herido, siente que el nudo de su garganta sube hasta su pecho para permanecer allí ahogándole.

Tiene uno de esos cascos acolchados en la cabeza y permanece con los ojos cerrados, el golpe ha sido muy fuerte. Piensa en cómo pudo haber sucedido, cuando salió del coche no vio ningún otro vehículo en la rodeada. Era como si los hubiera sacado de la carretera un coche fantasma, imposible en verdad, pero eso parecía.

Estaba furioso, furioso con él mismo por no haber tenido mejores reflejos y con el otro conductor que lo había embestido y se había ido de rositas. Por desgracia nadie había visto nada, no era una zona con mucho tránsito y ya era un milagro que ambos hubieran salido de aquello con vida.

El vehículo se detuvo, bajaron a Marcus de su interior, Oliver le iba a la zaga, estaba ansioso, nervioso. No quería pensar en cómo tendría que explicar aquello a Félix, mucho menos a Patricia, solo esperaba que no le echaran la culpa o le odiaran por todo esto.

Estación 117 (2-Rescoldos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora