Pensar

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Al llegar a casa estuve pensando y había llegado a la conclusión de que tenía que hacer algo. Y empezaría ese día. Me instale un aplicación para hacer ejercicio, empecé a beber agua, comer menos bollos, etc.

Pasaron los meses y algunas veces hacia ejercicio, otras me daba pereza, un día de repente me daba igual todo y comía lo que me apetecía dándome igual el peso, pero al día siguiente me sentía culpable.

Enero de 2022

Otro año, otra cosa mariposa. Cada vez que cambia el año la gente se propone cosas, y yo como era de esperar me propuse adelgazar. Enero y febrero fue un poco como en septiembre, octubre, noviembre y diciembre, hacia ejercicio un día y otro no.

Marzo de 2022

Ya empezé a ponerme sería con el tema y dejé de desayunar , pero eso no era sano, aún que tampoco lo que hice después. Había días que como no desayunaba no me podía mover de la cama hasta la hora de la comida porque no tenía fuerzas. Pero empecé a tomar té verde y esas cosas que supuestamente, vi en internet, te hacen adelgazar. Empecé a hacer ejercicio todos los días.

Funcionó empecé a perder peso rápido, el problema es cuando empezó abril.

Abril de 2022

De repente perdía peso muy rápido, en una semana bajaba dos kilos. En los análisis de sangre , los cuales me hacía uno por semana, cada vez daba peor.

Mayo de 2022

Vi que el cuerpo que tenía me gustaba pero a la vez vi que estaba muy mal. Con la esperanza de subir un poco de peso, dejé de hacer ejercicio, pero seguía comiendo muy poco. Claramente esto no funcionó y seguí perdiendo peso.

7de junio de 2022

Esa mañana tenía que ir a una revisión, como todas la semanas. Llegué al hospital me atendieron ,y cuando me fueron a pesar, en un momento que la doctora se distrajo miré hacia atrás, ya que me pesaban de espaldas para no ver el peso, vi que pesaba 34 kg. Me mandaron a otro sitio y me hicieron un cardiograma y me tomaron la tensión. Cuando lo vieron los médicos miraron a mi madre con cara triste o de compasión , y mi madre se hecho a llorar.

Yo no sabía exactamente que estaba pasando , pero me lo podía imaginar.

-Tienes que llevarla- dijo la doctora.

Mierda.

Mi madre se levantó y la seguí en silencio. Al llegar al coche mi madre estuvo escribiendo a alguien, luego nos fuimos.

Mi enemiga, la anorexia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora