017. And you're not here to help me through it all.

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Un mes después.

—Un mes...un maldito mes y aún no te supero, Steve. Creo que me acostumbré demasiado a que siempre oigas mis problemas y me consueles, pero ahora...ahora ya no estás, y duele aceptarlo. Aún duele recordar aquel día en que moriste, realmente no lo merecías; ninguna víctima de Vecna lo merecía...—Susurró sentado en la cama mientras lloraba, cómo si el pudiera oírlo.— Robin está mejorando poco a poco, eso es bueno, pero aún así tengo miedo; miedo de que Vecna la mate aún que mejore. Steve...espero que dónde sea que estés...me puedas oir y estés bien; lamento todo lo que pasó, en parte es mí culpa, lo siento...
—¿Henderson?.—Oyó la voz del pelilargo.

Secó rápidamente sus lágrimas, sin embargo, no volteó a verlo; sabía que probablemente sus ojos estaban rojizos e hinchados de tanto llorar.
El mayor se acercó a el, sentándose en su lado mientras suspiraba y comenzaba a acariciar sus rizos.

—Ammm...perdóname, oí algunas cosas que dijiste...
—No importa, Eddie...de todas formas no me va a oír.
—Dustin...no fue tu culpa, basta. Odio que digas eso aún que no lo puedas evitar, y además no te hace bien repetirte eso, basta...—El rizado empezó a llorar de nuevo, volteandose para así poder abrazar al pelilargo quien rápidamente correspondió sin dejar de acariciar su cabello.— Todo estará bien, Dustin...
—N-No...nada estará bien; alguien va a morir, probablemente sea Robin, luego sigo yo y...no se que pasará...
—No vamos a dejar que eso pase, Henderson. Tranquilo, no pienses en eso ahora...—Luego de un rato, el niño logró calmarse y se separó del abrazo para así poder secar sus lágrimas.— Oye, Henderson.
—Dime.
—Sabes que siempre voy a estar aquí para ti, ¿No?.
—Sí...
—Y...sabes que te quiero como si fueras mí hijo, ¿No?.
—Mhm.
El mayor suspiró y lo abrazó nuevamente.—Te quiero muchísimo, Dustin...jamás lo olvides...—Susurró el pelilargo antes de separarse.
—Yo...lo mismo te digo a ti.—El chico frunció el ceño; no entendía el repentino comportamiento de Eddie.— ¿Por qué me dices todo esto ahora?.
—Solo quería que lo sepas, es todo.—Se quedaron en silencio hasta que fue interrumpido por Eddie.— Oye, ¿Que te parece si compran algunos helados, películas y luego jugamos un rato?, Ya sabes, todos juntos.
Nuevamente el menor frunció el ceño.— ¿Quién eres y que le hiciste a Eddie Munson?.—Rieron levemente.— Ahora en serio...¿Que te sucede?, Actúas más raro de lo normal.
El pelilargo se encogió de hombros.—No lo sé, pero, ¿Te gusta la idea que dije o no?.
—Hmmm...está bien.
—¡Genial!, Ahora vamos, no hay tiempo que perder.—Se pusieron de pie y bajaron; Dustin rápidamente le dijo a los demás lo que Eddie había propuesto y estuvieron de acuerdo, a lo cual se despidieron del pelilargo y salieron a buscar las cosas.

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Cuando volvieron, fueron dónde estaba Eddie; seguía en el lugar donde se había quedado.
Cuando se percató de que volvieron los saludó alegremente y los demás devolvieron el saludo.

—Bien, hay al menos unas...diez u once películas, bastante comida, palomitas, refrescos, helados...—Decía Robin tomando asiento al lado de Eddie.
—En resumen, tenemos cosas para aguantar toda la tarde y noche.—Dijo el pelilargo.
—¡Exacto!.—Respondió emocionada la chica.

Nancy, quien había ido momentáneamente hasta la cocina para buscar cucharas para así poder comer el helado, les dió una a cada uno y luego puso la primera película, sentándose rápidamente al lado de Will.

—¿Cuál película es?.—Preguntó curioso el pelinegro.
—Halloween.—Le respondió su hermana.
—Oh vamos...—Murmuró el pelilargo.— esa película ya no asusta a nadie.
Max llegó a oirlo.—Habla por ti.—Le dijo mientras señalaba con la mirada a Lucas; el pelilargo captó al instante, a lo cual tuvo que contener la risa antes de hablar.
—Bueno, es cierto. Al menos a mí ya no me asusta.—Sin resistirlo más, rieron.

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Cuando la quinta película terminó, hicieron nuevamente otra pausa.
Eddie estaba notoriamente inquieto y un tanto nervioso, y no era por las películas de terror habían puesto.

—¿Eddie?, ¿Estás bien?.—Preguntó Once preocupada al notar el TIC en la pierna del chico.
—Sí, sí, tranquila, estoy bien...—Mintió el chico; la castaña apagó la tele y todos miraron preocupados al pelilargo.
—Eddie, vamos, se nota que no lo estás...confía en nosotros, ¿Que tienes?.—Dijo la peliroja quitando un mechón de pelo del mencionado.
El mayor suspiró antes de hablar; su pierna subía y bajaba más rápido que antes.—Chicos...¿En verdad quieren saber que diablos me pasa?.
—Claro que si, tonto, de lo contrario no preguntaríamos.—Le dijo el de rizos.
—Bien...—Tragó saliva— Yo...yo...—No sabía cómo decirlo.
—¿Que pasa, Eddie?, Solo escupelo.—Dijo Robin.
—Voy a morir en treinta minutos...—Susurró el mencionado; todos quedaron momentáneamente en shock.
—...¿Qué?, ¿C-Cómo...cómo sabes eso?.—Preguntó Max.
—Ayer...lo ví, ví el reloj, y hace no mucho tiempo Vecna...el me dijo que me quedaban al menos treinta minutos...lo siento, debí hablar antes con alguno de ustedes sobre esto, pero no quería preocuparlos o agobiarlos...
—...por eso actuabas más raro de lo normal hoy...—Susurró el rizado mientras sus ojos se cristalizaban.—Querías pasar tus últimas horas con nosotros...—El pelilargo asintió.
—...bien...¿Que quieres hacer en estos treinta minutos?.—Dijo Nancy; no estaba dispuesta a que el chico muriera, pero iba a tratar de distraerlo hasta que esté en trance.
—¿Escondite?.
—De acuerdo. Yo cuento, ustedes escondanse.
—Nancy, está a punto de-.—Dijo su hermano menor.
—Lo sé, pero vamos a preocuparnos cuando esté en trance. Ahora vamos, ¡Vayan a esconderse!.—Mientras se escondían, la chica contaba hasta treinta.

Una vez que acabó de hacerlo, empezó a buscar a cada uno de sus amigos; cuando los encontró a todos fue el turno de Max y luego el de Eddie, quien decidió subir a su habitación para contar.

—...veinticuatro, veinticinco, veintiséis, veintisiete, veintiocho, veintinueve, ¡Treinta!, ¡LISTOS O NO, ALLÁ VOY!.—El pelilargo bajó para buscar a los demás, sin embargo, no los hallaba por ningún lado.—...¿Chicos...?.
—Eddie...
—...tiene que ser una maldita broma.

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DIOS, SOY TAN CONTRADICTORIA-.
Literalmente hace unas horitas dije que no tenía imaginación, y ahora escribí esto.

Por cierto, perdón por el salto temporal; y bueno, chau Eddie...
¿O no?.

Anyways, creo que quizás llego a actualizar de nuevo, quizás.

I'll be safe in your sound 'Til I come back around. - Steddie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora