3| Développé

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Niza

Llego sin respiración al estudio donde el tumulto se reúne. Navego entre el mar de estudiantes que se aglomera alrededor de la directora, Lena, quien a su vez comparte espacio con el instructor Lyman y Carson, el implacable maestro de danza clásica.

—¿De qué me perdí?—susurro mientras me cuelo entre Rhaiza y Rhaila.

—¿Dónde estabas?—indaga la segunda en tono bajo y recriminador.

—Eh...

—Seguro estaba desayunándose a Karef—sisea su hermana con tono juguetón.

Le lanzo a Rhaiza una mirada de advertencia para que se calle, pero esboza una sonrisa sagaz en su lugar.

—Estaba desayunando con él, no a él, hay una diferencia—enfatizo—. Además, ¿cómo sabes que estaba con él?

—Porque llegaste tarde, y porque te fuiste con él del club la semana pasada.

—¿Y eso qué?

—Eso, amiga mía, quiere decir que seguramente te dio tu regalo de cumpleaños y te hizo desenvolverlo con la boca, ¿a que sí? Cuéntanos los detalles sucios y exagéralos—sigue y siento calor subir a mi cara.

—¡No! Nosotros no hemos...quiero decir que...es...

—Se le han fundido los cables luego de que Karef se los sacudiera a punta de embestidas—murmura Rhaila también con una risita y le doy un golpe con mi codo.

—¡No estaba haciendo eso!—Me defiendo—. Estábamos comiendo y hablando, como personas civilizadas.

—Ajá—dicen ambas al unísono, sin creerme.

—¡De verdad! No he llegado tan lejos con Karef, de hecho, no hicimos nada en mi cumpleaños y no...

Un fuerte carraspeo interrumpe nuestra discusión. Los ojos pardos de Lena están sobre nosotras mientras su tacón choca sin cesar contra la madera del salón. Su boca no dice nada, pero sus gestos hablan lo suficiente para callarnos enseguida.

—¿Han terminado ya de cuchichear o debemos esperar un poco más?—dice la mujer con ese tono firme tan característico, aunque esa luz agradable nunca deja de brillar en su rostro.

El maestro Lyman intenta no sonreír, mientras que el profesor Carson se mantiene tan impasible como siempre.

—Bien, no queremos quitarles mucho tiempo, sabemos que es valioso y las clases deben continuar—Lena pasea la vista por el círculo que creamos—. Citamos al grupo avanzado en danza contemporánea y danza clásica por una razón, una que, estoy segura, hará feliz a más de uno.

Un silencio expectante pesa en la estancia. Bien, al menos ahora sé que no estamos aquí porque la cagamos en algo. El grupo entero parece contener la respiración mientras Lena se regodea en nuestra espera. ¿Por qué no lo dice y ya? Qué cruel.

—STV Music Group ha acudido a nosotros para solicitar a diez de nuestros mejores bailarines—suelta por fin y enseguida un cuchicheo emocionado se eleva por el lugar.

—¡Por Dios! ¡STV!—chilla Rhaila juntando las manos—.Es una de las mejores productoras de videos de la industria. Trabajar con ellos es un sueño, es...es...¿Acaso Dios escuchó mis plegarias?

—Más bien diría que las escuchó el demonio.—Se apresura a contrariar su hermana y eso me arranca una risa.

—¿Por qué el demonio?

—Si solo hay diez lugares, esto será una carnicería—contesta con tono macabro.

Lena pone las manos al frente para silenciarnos y el bullicio decae hasta cesar, todos a la espera de que siga informando.

Impasse [+18] [Libro 2 de la Bilogía Artes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora