Capítulo 1

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Una vez más, me encuentro llegando con retraso a las clases, y para colmo, a la primera sesión de "Macroeconomía Avanzada", impartida por Anko Mitarashi, la profesora más rigurosa de toda la Universidad Senju.

-"Cuando mi situación económica mejore, adquiriré un nuevo teléfono móvil"-, susurro, jadeando por el esfuerzo.

Me precipito por los pasillos de la Universidad hasta que finalmente alcanzo las escaleras.

¡No puedo creer mi mala fortuna!

Tal es mi deseo de llegar al aula que asciendo los escalones de dos en dos para avanzar más rápidamente.

Una vez que lo logro, rezo para que la profesora esté de buen humor hoy. Con ese pensamiento revoloteando en mi mente, abro lentamente la puerta del aula. Observo todo el entorno, pero solo están mis compañeros, que, al oírme, dirigen una breve mirada en mi dirección antes de retomar lo que estaban haciendo. Lo cual es terminar el examen, que yo ni siquiera he comenzado por haberme quedado dormido.

-¡Fiuuu! - Exclamo al darme cuenta de que la profesora no está y, con una sonrisa en mi rostro, comienzo a caminar hacia mi asiento, cerrando la puerta detrás de mí.

Solo logro dar seis pasos, solo seis malditos pasos, cuando el sonido de la puerta al abrirse detiene mi avance, y lo único que pido es que sea un compañero.

-¡Vaya! Finalmente se digna a honrarnos con su presencia, Naruto Umino.

Me tenso de inmediato al reconocer esa voz. Giro lentamente para enfrentar a mi sensei y le ofrezco una sonrisa forzada. Ella me observa con una alegría engañosa, sosteniendo una taza de café humeante en su mano derecha, mientras que en la otra sostiene una carpeta de color azul. A pesar de que la maestra es rigurosa y de carácter fuerte, debo admitir que se conserva bien. El vestido negro que lleva se ajusta a su figura curvilínea, y esos tacones altos de color gris hacen que sus piernas se vean más esculpidas y esbeltas. Reconozco que mi sensei es atractiva, y ese cabello corto de un color tan peculiar, recogido en una especie de coleta, le da un cierto encanto a su rostro serio. El maquillaje discreto resalta sus hermosos ojos severos. Me río ante la idea de "ojos severos". ¿Realmente se me ocurrió eso? Una sonrisa se dibuja en mi rostro.

-¿Te estás riendo de mí, mocoso?

La escucho preguntar molesta mientras borro automáticamente mi sonrisa. Al instante, mi cuerpo se tensa y un sudor frío corre por mi frente. La presión de exponer mi retraso frente a la maestra no es agradable, especialmente cuando sé que no hace excepciones.

-Por favor, Sensei, permíteme asistir a tu clase-, suplico, apelando a su bondad. Sé que la tiene, aunque esté muy en el fondo.

Mientras espero una respuesta, oigo a mis compañeros murmurar. Sin embargo, una mirada de ella y ellos continúan con lo suyo. Observo cómo la maestra me ignora, sentándose en su escritorio de caoba donde coloca esa taza de café humeante.

-Sal del salón-, me exige, mientras examina los documentos que están dentro de esa carpeta azul, ignorándome como si yo no fuera algo realmente importante con lo que lidiar.

-Este examen es importante para mí-, digo molesto, apoyando mis manos en el escritorio de la maestra-. Llegué cinco minutos tarde porque me quedé dormido estudiando. ¿Eso es ser irresponsable? ¿Hasta qué punto puede ser irresponsable un joven que se esfuerza por equilibrar sus estudios y su trabajo? -pregunto, observando los ojos de Anko Mitarashi fijos en mí ser.

La expresión severa de la maestra y sus labios apretados con desagrado no me intimidan. Supongo que mi irritabilidad, producto de la falta de sueño del día anterior, me da esa audacia.

FelinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora