Capítulo 4

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Viernes 16/03/2023

22:00 hrs

­­­El tic tac del reloj que reposa en un velador cerca de mi cama, me desconcentra. Y aunque he tratado de volver a sumergirme en la lectura, se me es inviable seguir leyendo.

Supongo que la pobreza de Esther Duflo tendrá que esperar—. Digo cerrando el libro para dejarlo junto al reloj

Apoyo mi espalda en el cabecero de la cama y me relajo cerrando los ojos. Medito, medito...medito y tras varios minutos en silencio aparto las sábanas. Un escalofrío me recorre el cuerpo cuando mis pies descalzos tocan el gélido piso de madera.

Estoy inquieto...

Estoy frustrado...

Y estoy preocupado

La visita repentina de Kiba hace un par de horas atrás y su advertencia, fueron algo que no esperaba, ver a mi amigo tan inquieto y preocupado por mi bienestar... ¿Quién sería el hombre de negro que amenazó a Kiba? Niego con la cabeza tratando de apartar esa sensación, pero no lo consigo. Voy hasta la ventana y aparto las cortinas para observar el cielo oscuro, con esos puntos brillantes conocidas como estrellas. Al observarlas no puedo evitar preguntarme si hay vida inteligente en otros mundos, planetas, universos y cómo será la vida allí ¿Habrá preocupaciones? ¿Muerte? ¿Tecnología de avanzada?...

Tal vez todo lo que desconocemos sea aterrador—. Digo rompiendo el silencio de mi hogar —. Es por ello que se mantiene como desconocido.

De pie y con las manos en los bolsillos de mi pantalón de pijama, mi mente divaga en lo sucedido el día de hoy. Con una sonrisa recuerdo el reencuentro con Sakura y en la preciosa mujer en la que se ha convertido, pero mi sonrisa se transforma en una mueca de disgusto al saberme desempleado. Me habían despedido y ahora mi mente no paraba de darme ideas locas y un tanto dramáticas de cómo ganar dinero. Sacudo mi cabeza en señal de negación «Jamás me vendería por dinero» divertido por mi pensamiento me aparto de la ventana, donde un bostezo instantáneo escapa de mi boca.

—Buenas noches, papá.

Sin más, apago la luz de la lampara, me arropo con las mantas y cierro mis ojos.


Sábado 17/03/2023 

                                                                                                     01:45 de la madrugada

No sé porque mi sueño me condujo hasta aquí. Pero me encuentro en la pequeña sala de estar de la casa de mi padre, observando la discusión entre mi yo de 10 años y mi padre Iruka de 29. Un versus... bastante disparejo a la vista de cualquiera, pero no desde la perspectiva de mi progenitor.

—¡No tengo la culpa! ¡El me provocó insultándote! —. Grita llorando mi yo de 10 años con sus manitas hechas puño al lado de su cuerpo.

Observo a Iruka, mi correcto padre. Agradecido del sueño por traerme a él. Quiero abrazarle y decirle lo mucho que lo extraño, que la vida sin él ha sido dura. Camino hacia él con la intención de tocarle. Mientras que él con sus manos en las caderas solo observa al frente, observa y sigue observando sin decir nada al pequeño Naruto.

Ahora soy consciente del enfado de mi padre. Si mal no recuerdo esta discusión se desencadenó porque en la escuela peleé con el hijo del alcalde. En aquel tiempo este dijo palabras bastantes ofensivas hacia Iruka, que me hicieron reaccionar con violencia, digamos que mi puño se estampó en la cara del niño mimado y este sangró mucho. Esto causó todo un show por parte de la madre del niño que veía solo la inocencia de su hijo victimizándolo y logrando con esto que me suspendieran tachándome de matón. Una decisión errónea el de escoger violencia, pero en ese entonces, no me importaba. Si fuese posible volver al pasado, estoy seguro de que lo volvería hacer.

FelinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora