Capítulo 5

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El sol apareció de su escondite levantando al pueblo para que vayan a trabajar, ir al instituto, colegio o universidad. Steve todavía no se levantó o más bien no abrió los ojos, pero Billy no cerró ni un ojo en toda la noche. Las ojeras estaban presentes en su cara, parecía como si alguien le diera dos puñetazos en cada ojo. Hace rato dejó de acariciar, estuvo pendiente a su entorno y por ahora nada a venido o aparecido.

-Buenos días, cariño- dijo Harrington con los ojos cerrados

-Bueno días, mi vida-

El mayor se quedó esperando los besos que no llegaron -¿Y mis besos de buenos días?-

Lo agarrón por la cara, y los labios del contrario hicieron contacto con los suyos a una velocidad lenta. Steve ama este tipo de besos y Billy lo sabe. Hace que se enamore mucho más de lo que está. Se acomodaron quedando el alto en el regazo del bajo, abrazados y tapados de la cintura para abajo con las sábanas.

El pestillo de la puerta se abrió, pero ellos no lo escucharon. El mundo de ellos es más importante para ellos que cualquier otra situación.

-Dejen eso- les pidió Dustin una vez cerró la puerta

El de piel clara se asustó cuando escuchó la voz del adolescente y se cubrió por completo con las sábanas. Pensaba que estaba desnudo, sin embargo su pareja le puso unos bóxers cuando lo limpió.

-¿En serio lo iban a hacer otra vez?-

-No, solo nos estábamos besando, Henderson-

-Pues que bueno que los vi yo y no mi madre-

-¿Para qué viniste?- le preguntó William

-Les tengo noticias, la primera es que vamos a tener que ir a casa de los Wheeler y la segunda es que ya está la comida lista-

-Que bien, ahora, si puedes salir de nuestra habitación te lo agradecería-

Una vez que Dustin desalojo la habitación Billy se levantó, se estiró liberando la tensión de su cuerpo y fue buscando la ropa que se pondría ese día.

-Sabes que no estás completamente desnudo ¿verdad?-

Steve miró debajo de las sabanas que le cubrían y descubrió que estaba en ropa interior.

-No dormiste ¿verdad?- preguntó el de ojos marrones

-No-

Puso la ropa en la cama y fue quitándose los pantalones y camisa que tenía puesto. Harrington se levantó y se puso detrás de él para rodearlo con sus brazos, besando su cuello.

-Vas a bañarte conmigo- le susurro al oído

-Pero ¿y la señora Henderson, que?-

-Tienes razón. No creo que sea adecuado esos modales-

-Yo te espero aquí, yo elijo tu ropa-

-Me parece perfecto- besó su mejilla antes de irse con su toalla en la cintura

Hargrove cerró la puerta y se cambió de ropa. Se puso una camisa sin mangas, y pantalones azul cielo y el bomber jacket de su novio. Abrió el pestillo de la puerta y fue buscando la ropa de Steve. Entre todas las polos, que en su opinión son feas, escogió una del mismo color que su camisa, que tiene franjas rosadas, azules un tono más oscuro y blancas, uno de los pantalones ajustados con el cinturón de cuero.

Llamó a la casa de los Byers en varias ocasiones y nunca contestaron. Supuso que estaban durmiendo y por eso no le contestaron. Mañana intentará llamarlos nuevamente. Una cosa tan importante como saber la seguridad o estado de su hermana jamás se le olvidará. Mucho menos en estos momentos.

In your eyes | SecuelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora