"Hola, Philip", saludó Lena por teléfono. "¿Qué pasa? ¿Ahora?", entrecerró los ojos y dijo, "Está bien, entiendo. Estaré allí tan pronto como pueda", y después de colgar, respiró hondo. Desde que le había entregado a Philip los papeles del divorcio, se había quedado en la residencia de estudiante. Ya no había razón para que viviera en la villa, sin embargo, hacía un momento que había recibido la llamada de Philip y le había pedido que regresara. Sin saber el propósito detrás de lo que le pidió, se preocupó un poco.
"Samantha", dijo y se giró para mirarla, "lamento que tengas que volver a la universidad sola, pero necesito volver a casa".
"¿Qué?", preguntó Sam confundida," pasó algo malo?". La preocupación se reflejaba en toda su cara. Por mucho que Lena quería compartir la verdad, sintió que sería mejor mantenerlo en secreto, por lo tanto, negó con la cabeza y respondió: "No, no te preocupes, te veré mañana".
"Está bien entonces", dijo Samantha con un toque de incertidumbre en su voz. "¡Adiós!".
Un poco agradecida de no tener que responder más preguntas, esperó a que su amiga se subiera al taxi que acababan de detener y se marchara antes de que ella llamara a otro. Estaba en un estado bastante nervioso cuando se dirigía a Villa Álamo. '¿Kara habrá aceptado firmarlos papeles de divorcio?', pensó. Si lo hizo, se preguntaba por qué todavía tenía que regresar allí. Al llegar a su destino, pagó la tarifa y salió del taxi, luego, se quedó en el lugar mientras el taxi se alejaba, y miraba la villa iluminada con más luces de las que podía contar. Tenía los ojos llenos de preocupación porque, por lo general, sólo había tres personas en la villa, incluida ella, la acompañaba la sirviente Lynn Stewart y el mayordomo Philip. Eran más de las diez de la noche, ni Lynn ni Philip solían pasar la noche ahí, pero parecía que todavía había gente en casa. Sólo había una explicación para que Philip se quedara hasta tan tarde, y era que Kara estaba en casa.
Respiró hondo, abrió la puerta de entrada con suavidad y se coló en la sala de estar, ya no tenía sentido retrasar su llegada.
La voz de Philip podía escucharse vagamente, y mientras miraba dentro de la habitación, aparecieron un hombre y una mujer.
Con un aura dominante, Kara estaba sentada en el sofá, y no parecía estar de buen humor. Mientras permanecía oculta, consideró salir de la casa, pero no podía mover los pies y tenía los ojos fijos en Kara.
Entrecerró los ojos mientras escuchaba el informe de Philip con respecto a su información personal y actividades recientes.
"Ella tuvo el peor promedio en la escuela secundaria", dijo Philip, observando cuidadosamente la reacción de su jefa. "Y reprobó el examen de ingreso a la universidad. De acuerdo lo que usted ordenó, he manejado su solicitud para estudiar en el Departamento de Finanzas de la Escuela de Economía y Administración de la Universidad de la Ciudad Nacional. Es actualmente una estudiante junior...".
Al darse cuenta de que Lena estaba en la puerta, Philip la miró con simpatía. Kara, por otro lado, ni siquiera abrió los ojos, era como si no hubiera oído abrir la puerta antes. Pensando profundamente, Kara tocó inconsciente el reposabrazos de madera del sofá.
"¿Qué hizo en la universidad?", interrumpió el informe de Philip con su voz baja y atractiva al mismo tiempo. Lena juntó las manos y le rogó a Philip que no la mande al frente, y esperó a que tomara una decisión. Después de haber pasado tres años sirviéndola, Philip sintió que era una buena chica, por lo que dudó en responder a la mujer que tenía delante.
"¡Continua!", exigió Kara. Su voz era tan fría y autoritaria que hizo que las otras dos personas en la sala temblaran al mismo tiempo.
El mayordomo sacudió la cabeza en señal de derrota, como si estuviera diciendo: "Niña, no puedo ayudarte esta vez, sólo Dios puede hacerlo ahora". Luego, para horror de Lena, Philip comenzó a contar todo lo que había hecho en los últimos tres años.
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Amor Ardiente (AU) (G¡P)
Fiksi PenggemarAmar y ser amada es lo que toda mujer sueña. Sin embargo, lo único que Lena quería era el divorcio. Llevaba tres años casada con Kara, una joven multimillonaria a quien ni siquiera le había visto la cara. Cuando por fin decidió poner fin a su irón...