¿Quién acoso a mi novia?

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Cuando la cajera dudó en tomar la tarjeta, Lena perdió la paciencia y dijo: "¿No me escuchaste? ¡Dije, toma mi tarjeta y dame el tique!". La verdad era que se sentía mal por tener que enojarse con la cajera, sabía por qué la mujer detrás del mostrador no quería hacer su trabajo; debía haberse dado cuenta de a quién había llamado Kate.

"Señorita, disculpe, pero ¿podría esperar un minuto? Esa señora... parece haber llamado al subdirector general de nuestro centro comercial", explicó la cajera mientras miraba de un lado a otro entre Lena y Kate. No tenía idea de lo que estaba pasando, solo sabía que no quería ofender a ninguna de las clientas.

'¿Eh? ¿El subdirector general del Plaza Internacional Shining? ¿Y por qué tanta importancia? Mi esposa es la dueña', contestó ella para sí.

Caminó hacia Kate con cara de enojo y dijo en tono sarcástico: "¿Cuántas veces has estado en la oficina de la decana? ¿Me tomaste por estúpida? Sé que fuiste tú quien me delató. Si pudiera, te sacaría esa máscara, pero simplemente estoy demasiado ocupada como para molestarme en este momento. Ambas sabemos que eso no significa que te tenga miedo. Afortunadamente para ti, no he estado de humor como para tener una discusión contigo, a pesar de que me seguiste apuñalando por la espalda. Ganaste la última vez, pero si crees que seguir con esa actitud me vas a derrotar, será mejor que te prepares. Te lo advierto, Kate Foster. Si te atreves a provocarme una vez más, me aseguraré de que seas tú la que salga perdiendo".

Kate palideció al escuchar las amenazas de Lena. Sabía que la exaltada chica que tenía en frente no le tenía miedo en absoluto; si tenía que derribarla, lo hará. Se estremeció al pensar que estaba discutiendo con alguien que no le tenía miedo a nadie.

"¿Qué clase de tonterías estás escupiendo ahora? ¡Yo no le dije nada a la decana!", negó Kate, con la esperanza de escapar de la ira de Lena. Esa era su estrategia: rechazaría cualquier acusación en su contra porque tenía la certeza de que Lena no tenía ninguna prueba concreta de que había sido ella la que se lo había contado.

Sin embargo, su mirada nerviosa ya la había delatado y la voz le temblaba cada vez que intentaba justificarse. Lena se anticipó a la reacción de Kate, así que le sonrió con desdén, y maldijo en silencio a la perra. "Por tus padres, no te voy a dar una paliza hoy, pero, por última vez, te diré que este broche es mío, así que es mejor que elijas otro o de lo contrario, saldrás de aquí cojeando", le advirtió Lena. Tenía los brazos cruzados, en una actitud y con un gesto de alguien que no tenía miedo.

Samantha y Andrea se rieron detrás de Lena porque sabían que su amiga estaba mintiendo. Lena podía estar un poco irritada, pero tenía un corazón tierno.

Realmente no golpearía a Kate porque la chica que la enfrentaba era la hija de su tía; de hecho, eran primas de sangre, por lo que en realidad era bastante tolerante con ella; incluso después de lo que Kate le había hecho, le rogó a Kara que no la expulsara.

Sin embargo, Kate no sentía lo mismo, se enojó y gritó: "¿Quién crees que eres? No creas que no conozco tu secretito: el BMW que manejas... debe de ser de tu viejito, ¿no? Tu amante debe ser un viejo. No creo que el broche le quede bien". Alzó la voz a propósito para que todos escucharan de qué hablaba.

Se rumoreaba que Lena tenía un amante mayor y casi todos los estudiantes de la universidad creían que era verdad.

Kate creía que solo un hombre de negocios exitoso como su novio merecía ese broche sobre el que estaban discutiendo para comprar y de ninguna manera se lo dejaría a Lena.

Las personas que las rodeaban se giraron para mirar a Lena con ojos críticos y condenatorios.

Cuando la muchacha se dio cuenta de que todos a su alrededor habían creído lo que su prima malcriada había dicho, golpeó el mostrador con la palma de la mano, provocando un ruido lo suficientemente fuerte como para silenciar a todos los que estaban murmurando sobre ella.

De repente, Andrea se apresuró hacia Kate, quien generó los rumores; furiosa, le dijo con los dientes apretados, "¿Crees que no sé lo que le hiciste a Lena a sus espaldas? ¿Cómo te atreves a inventar historias para tenderle una trampa? ¿Buscas tu sentencia de muerte? ¡Discúlpate con ella, ahora!".

Kate, que estaba frente a la enfurecida amiga, sabía de qué hablaba Andrea, había inventado la historia de que Lena era lesbiana.

De modo que la arrinconaron y ella no sabía qué hacer. Pero tuvo suerte, ya que en ese momento un hombre de traje negro y zapatos de cuero entró en la tienda.

Tenía unos treinta años y se veía muy frágil porque era tan delgado como un palo. Sin embargo, fue el salvador de Kate. '¿Quién es este tipo? ¿Conoce a Kate?', pensaron las tres para sí con asombro.

Los ojos de Kate se iluminaron cuando vio al hombre, lo miró, lastimera, antes de lanzarse a sus brazos. "Carter, finalmente estás aquí. Estaba muerta de miedo".

'¿Muerta de miedo? ¿Por mí? ¿Soy un animal rabioso? Como si la hubiera atacado', pensó Lena y luego puso los ojos en blanco.

El hombre, Carter Hall, le dio unas palmaditas en la espalda a su chica y la consoló por un rato.

Luego caminó hacia las vendedoras. "¿Quién acosó a mi novia?", preguntó con voz severa. Las vendedoras, que temían a ambas partes, sacudieron la cabeza de inmediato, fingiendo no saber para no involucrarse.

Cuando las tres se dieron cuenta de que el hombre que había defendido a Kate era su novio, intercambiaron miradas de asombro e incredulidad, ya que el hombre con quien estaba Kate era al menos diez años mayor que ella.

Lena se cubrió la cara, sintiéndose avergonzada por su prima, nunca hubiera esperado que fuera tan descarada como para llegar a salir con un viejo.

Le dolía el corazón por su tía y su tío que si supieran de esto se les rompería el corazón. Ya no quería discutir más y en todo lo que pensaba ahora era en contarle a su tía lo que había descubierto cuando la viera la próxima vez. Todo lo que tenía que hacer ahora era pagar por los regalos. Así que se dirigió a la cajera y una vez más le pidió que su artículo fuera empacado para llevárselo, pero la cajera siguió en silencio y rechazó la tarjeta de Lena; después de todo, el hombre era el subdirector general del centro comercial, por eso no quería arriesgarse a perder su trabajo por una pelea tan mezquina.

"Carter, vi el broche primero y quería comprarlo para ti como regalo de cumpleaños, pero para cuando salí del baño, ella ya lo tenía". Kate señaló a su prima y puso mala cara. Carter estaba exaltado por las palabras de Kate ya que le encantaba el costoso regalo.

Lena maldijo a su propia prima por dentro: '¡Vete a la mierda, maldita Kate!'. "La culpa es tuya por ser una gran mentirosa. ¡Yo lo vi primero! Además, si hubieras sido la primera que lo vio, ¿por qué no lo compraste primero? Admítelo, ¡sólo quieres meterte conmigo!", dijo la muchacha que echaba chispas.

No fue hasta ese momento que Lena llamó la atención de Carter Hall. Los ojos de él se iluminaron cuando vio su cara bonita y se le dibujó una sonrisa irónica. '¡Maldita sea! Si la hubiera visto a ella primero, entonces no me habría dirigido a Kate como mi novia', pensó para sí.

"Señorita, ¿podría por favor dejar que mi novia se lleve el artículo? Le encontraré otro broche bonito. ¿Qué le parece?", el hombre negociaba con Lena mientras la miraba de pies a cabeza. Nunca había visto a nadie de apariencia tan hermosa y pura, y como era un desgraciado, el hombre pensó: 'Debe ser virgen'.

Al ver la forma asquerosa con que el hombre la miraba, Lena casi sintió ganas de vomitar y rechazó su propuesta sin dudarlo. "No, solo quiero este. Nadie aquí puede obligarme a dejarlo", aclaró Lena.

Las dos partes estaban en un callejón sin salida. Carter se dio cuenta que Kate estaba llorando y entonces se dirigió a Lena para rogarle: "Señorita...".

Antes de que pudiera siquiera terminar la idea, Lena interrumpió y exclamó: "¡Empaca eso para mí o te demandaré a ti y a esta tienda!". Le dio a la cajera una mirada mortal que hizo que la mujer finalmente extendiera la mano para tomar su tarjeta.

Carter se puso rojo de ira por la falta de respeto de la joven. "¡No se lo vendas a ella! ¡Soy el subdirector general del centro comercial y tú haces lo que te digo!".

Si bien lo que dijo era cierto, nunca hubiera llegado a esa posición en la cima sin la financiación de su padre. Kryptonopolis pertenecía al Grupo Zor-El y era un negocio que generaba beneficios. Por lo tanto, su padre había gastado mucho dinero para convertirlo en el subdirector general del centro comercial.

Lena miró con desprecio al hombre y se burló de él, "¿El subdirector general? ¿Y qué? ¿Crees que me asusta?", y pensó por dentro, '¡Mi esposa es la CEO del Grupo Zor-El! ¿Alguna vez he presumido de esta manera?', Carter Hall estaba completamente enfurecido y se dirigió a la cajera, exigente, : "¡Empaque el artículo para mi novia! Ella lo va a comprar. Haga su trabajo. Deje que pague el tique".

'¿Qué carajo? ¿Kate es realmente su novia y ni siquiera paga por ella?', pensó Andrea, mientras cruzaba los brazos y ponía los ojos en blanco.

"Sí, Sr. Hall", obedeció la cajera. Luego dejó la tarjeta de Lena y se dirigió a Kate.

Kate de inmediato sacó su billetera para pagar el broche, pero antes de que terminara de hacerlo, Lena ya estaba tan enojada que no había vuelta atrás, de manera que tomó la cartera de su prima y la tiró fuera de la tienda.

Kate miró a su prima sin poder creer lo que veía. "Perra, ¿qué acabas de hacer? ¿Por qué hiciste eso?", exclamó la muchacha enfurecida.

La billetera, que estaba llena, atrajo tanta atención que una multitud comenzó a formarse a su alrededor.



***

Hola, por aquí de nuevo.

Primera noticia, como muchos saben soy enfermera profesional "JEFE DE ENFERMERIA", estaba buscando mi primera oportunidad laborar después de graduarme, por eso me había perdido; pero gracias a Dios ya conseguí trabajo en el hospital departamental en donde vivo, estoy muy feliz por que es el una gran oportunidad.

Por ahora actualizare cuando pueda, y este de descanso; igual si pasa mucho tiempo me pueden escribir a veces me olvido que tengo historias pendientes.


Amor Ardiente  (AU) (G¡P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora