BAJO LA CAMA

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Sinopsis:

Un grupo de amigos decide pasar una noche en el cementerio para celebrar Halloween... y hacer el reto de 'La insomne Samantha'. ¿Spoiler? Sale mal.

Personajes:

Alba, Carlos, Beca, David y la agente Hernand.

"Insomne Samantha, por fin descansa. Te cedo mi cama hasta el sol de la mañana"

Declaración de Alba. 4 de noviembre. 19:35 horas

–Cuéntame todo desde el principio, por favor.

–¿Qué quiere que le cuente? Biel está muerto por gilipollas.

–Por favor, señorita...

–Llámeme Alba.

–¿Puedes contarme lo que pasó la noche del 31 de octubre?

–Ya lo he contado mil veces. ¿Y qué hay de la hospitalidad? ¿Nadie va a traerme un café? ¿Un pumpkin spice latte?

–Esto no es un Starbucks. Es una comisaría. Ahora, por favor, punto por punto, cuéntame qué pasó la noche del 31 de octubre.

–Dios... vale. Lo contaré una vez más. Pero espero que luego me pueda ir a casa. Tengo una cita, ¿sabes? Y una cosa es llegar tarde diez minutos, y otra muy diferente, llegar tarde una hora. Era la noche de Halloween, ¿vale? Íbamos a hacer una fiesta en casa de Beca, porque sus padres no estaban. Pero en el último momento, su hermano pequeño se pone malo y a la mierda nuestros planes. Ni fiesta ni nada. ¿Sabe lo que cuesta cancelar una fiesta de Halloween en el último minuto? Pero bueno, tampoco íbamos a dejar de lado a Beca por no haberlo previsto, o por no haber matado a su hermano. Quiero dejar claro que lo de matar a su hermano es una broma, ¿eh? No quiero matar a nadie. No soy una asesina. Que quede claro.

–Queda claro. Sigue.

–A Carlos entonces se le ocurrió un plan de Halloween para sustituir a la fiesta. A ver, Carlos es un poco creepy. Sí, estuve saliendo con él. Porque a ver, es creepy pero guapo, las cosas como son. Total, que su plan era ir al cementerio del pueblo, ese que está cerca del descampado, y contar historias de miedo, hacer una ouija o alguna tontería así. Sí, había alcohol. No me vaya a detener por eso. Es decir, somos adolescentes y nos gusta beber. Pero es culpa vuestra, de los adultos, que nos habéis enseñado que es la única forma de pasárselo bien. Aunque diré que yo solo bebí tinto de verano. Odio la cerveza y el Jagger. ¿Viene mi café? ¡Me voy a quedar seca!

–Tu café está en camino. Sigue con la historia, por favor.

–Uf. El caso es que estamos en el cementerio. Si ha estado alguna vez, sabrá que no es muy difícil colarse. Hay un lateral donde el muro está roto. Solo hay que agacharse un poco y cabes. Eso sí, está repleto de barro, y claro, mi disfraz se quedó hecho una mierda. Entramos en el cementerio y, después de buscar algún sitio donde sentarnos, pues nos colocamos al lado de una tumba pequeña, así como de piedra negra, pero es que estaba en... como en el sitio así más alto... no sé cómo...

–¿Una colina?

–Sí, eso, una colilla.

–Colina.

–Colina, eso. Vamos, que nos pusimos ahí. Biel puso su altavoz y aunque yo quería que me pusiera reguetón, todo el rato estaba poniendo a Taylor Swift. Le encantaba. Madre mía. Y entonces nos pusimos a hablar sobre pelis de terror y esas cosas. A ver, yo no soy una experta. Pero Carlos sí. Carlos es el mayor experto de terror que conozco. ¿Lo ve? Le dije que era creepy. Y no dejaba de mirarme. No dejó de mirarme en toda la noche. A ver, spoiler, nos liamos. ¿Y? No me juzgue. Es muy guapo. Usted también lo habría hecho. Aunque bueno, creo que es demasiado pequeño para usted.

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