𝓒𝓪𝓹í𝓽𝓾𝓵𝓸 1 - 𝓟𝓻𝓮𝓶𝓸𝓷𝓲𝓬𝓲ó𝓷

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Claire Redfield había quedado descolocada, la petición que su mejor amigo, Leon Kennedy, acababa de hacerle telefónicamente aún la asombraba.


Siento meterte en este berenjenal, pero te necesito, necesito que seas mi pareja en la boda de Ashley Graham —él le había pedido con voz de ruego y de disculpa.

¿Ahsley Graham? ¿La hija del presidente? —preguntó alucinada.

La misma. Ella y yo supuestamente somos amigos, es una historia larga de contar. Se casará en Nueva York el próximo sábado y me ha pedido que asista a la boda. Yo no puedo negarme a ir, pero tampoco quiero hacerlo solo —argumentó incapaz de ocultar el nerviosismo que sentía.

¿Por qué? —quiso saber curiosa.

Porque no me siento cómodo con ella, nunca lo he hecho. Yo fui su objetivo 'romántico obsesivo' una vez y no me fío un pelo de sus intenciones —le explicó atribulado.

¿Sus intenciones? ¡Pero Leon! ¡Te has vuelto un paranoico! —le dijo entre risas—. Por muy irresistible que creas que eres, Ashley te está invitando a su boda, a su boda —le hizo notar divertida—. ¿Cómo va a pretender nada contigo el día de su boda?

Tú ríete de mí todo lo que quieras, pero no la conoces. ¡Dios...! Ese "¡Ayúdame, Leon!" aún me taladra la cabeza en las noches oscuras, te lo puedo asegurar.

¿De qué estás hablando?

No me hagas caso, preciosa. Entonces, ¿me acompañarás?

«¿Preciosa? ¿Me acaba de llamar 'preciosa'? ¿Desde cuándo no se había mostrado tan cariñoso, desde Raccoon?», se preguntó alucinada.


¿Por qué ese 'te necesito' le había sonado de un modo tan romántico? Sacudió la cabeza creyendo haberse vuelto loca.

—Si tan importante es para ti, te acompañaré —le aseguró amablemente retomando la conversación—Resulta que esta semana estoy de vacaciones y no pienso viajar.

—Lo es. Muchísimas gracias, Claire, te juro que jamás lo olvidaré. Nos vemos el viernes. Mi avión llegará a las siete de la tarde. ¿Podría quedarme a dormir en tu piso? No quisiera estar solo. No te preocupes, no seré una molestia para ti —le aseguró rápidamente—, sólo dormir, cenaré en cualquier parte.

—De eso, nada, Kennedy. Este viernes te recogeré en el aeropuerto, luego cenaremos por ahí y me contarás todo este asunto con detalle —le aseguró decidida.

Escuchó una leve exhalación del otro lado.

—Está bien. Nos veremos el viernes, entonces. Cuídate.

—Tú también. Y no te estreses, cielo.

¿Pero qué demonio travieso la había poseído? ¿Lo había llamado 'cielo'? Enrojeció como un tomate nada más imaginar qué había pensado él al escucharla. 'Cielo'... ¿En serio? Su hermano era un cielo ejerciendo como abogado defensor de causas perdidas; él era más... un fiscal sexy, frío e implacable.

«¿Qué narices estás pensando, Redfield? Esta conversación tan rara te ha desquiciado», se acusó molesta. Le resultaba muy curioso e interesante el comportamiento esquivo y preocupado que él había mostrado al hablar de Ashley Graham; sí o sí, tenía que conocer a la mujer capaz de agobiar de ese modo a "Casanova Kennedy", se prometió divertida.

𝐏̸𝐑̸𝐎̸𝐓̸𝐄̸𝐆̸𝐄̸𝐑̸𝐓̸𝐄̸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora