El Portador De Luz

Preludio

"El primer pueblo adoraba imágenes de piedra, deidades imaginarias, a las que les cantaban y daban plegarias, entonces Lucifer les dijo que era innecesario, ya que el poder y la divinidad, estaban dentro de ellos mismos. Los habitantes no lo aceptaron, y lo llamaron blasfemo, entonces él decidió seguir su camino. El segundo pueblo, era de gente ciega e ignorante; Proclamaban tener un Dios proclive a sacrificios y castigos, y se hacían llamar "El Pueblo Elegido", considerándose superiores y merecedores de conquistar el mundo. Lucifer les dijo que su Dios era falso, una proyección de ellos mismos, y lo llamaron blasfemo, pero al ser más ignorantes que el primer pueblo, respondieron con violencia. Lo expulsaron del pueblo y lo sepultaron entre escombros. Se levantó apartando los escombros aún con heridas, pero su espíritu permanecía intacto. El tercer pueblo era más hermoso y lujoso, y en la plaza central tenía escrito en una columna de oro la frase "Todo tiene un precio", el Dios de este pueblo era el dinero, y por éste, vendían a sus mujeres e hijas, incluso a ellos mismos. Lucifer sintió incluso asco por estas personas, y les exclamó que él jamás sería un siervo ni esclavo de nadie, y siguió su camino. Esta vez, algunas personas al ver algo diferente en él, lo siguieron, e incluso le ofrecieron grandes sumas de dinero para que les contara sus secretos, pero él, jamás se vendió.

Lucifer llegó a un valle donde había ocurrido una gran batalla, pero no veía diferencia entre los cadáveres, y la gente que había visitado, pues los vivos que no han comprendido, están muertos en su propia ignorancia. Encontró a un hombre herido, y con su poder, lo curó. Éste hombre le preguntó quién era él, y le respondió -Soy el portador de luz, la consciencia que se manifiesta en forma humana, la fuerza que se esconde detrás de cada ser-.

Lucifer se refugió en la montaña del dragón, pero mucha gente llegó a buscarlo, ya que se había hecho famoso por curar a aquél hombre herido, y así, Lucifer se convirtió en maestro, primero de pocos, y luego de muchos. Él, les enseñó que no hay nada que aprender, pues toda sabiduría ya se encuentra en el corazón de cada ser viviente".