Marizza cerró de golpe la puerta del baño y pulsó el botón de descolgar, no iba a colgarle también aparte de no aparecerse... bueno, de no aparecer delante de él como Estefanía.
Marizza: ¿Sí?
Pablo: ¿Estefania? ¿Eres tú?
Marizza: Sí...- Dijo en voz entrecortada, siguió usando monosílabos hasta que se recupere de lo que corrió.
Pablo: ¿Estás bien? parece como si te faltara el aliento.
No podías usar el botón para silenciar el sonido.- masculló su conciencia dejándola boquiabierta ¡No se acordaba del puñetero botón para quitar el sonido!
Pablo: ¿Estefania?
Marizza: ¡Bien! quiero decir, ¿Quién eres?
Pablo: Bustamante.
Marizza: Oh...- Genial, nada como hacerse la sorprendida.- ¡Hola.!
Pablo: ¿Hola? estoy esperándote abajo, tu amiga Marizza me dijo que habías subido un momento, ¿Te queda mucho?
Marizza: Verás...
Pablo: ¿No me digas que vas a darme otro plantón?
Eso, díselo.- replicó su conciencia
Marizza: Es que...
Pablo: Empiezo a pensar que no quieres conocerme he cogido estos días por ti, Estefanía.- Le interrumpió.- ¿Qué es lo que temes? ¿Qué te secuestre?
Marizza: ¡Por supuesto que no Pablo! Sé que no eres así.
Pablo: ¿Entonces? ¿Tan feo te parezco por la foto?
Marizza: ¡No!
Pablo: Estupendo, ¿Bajas pronto? he reservado en un restaurante y necesitamos irnos ya... para que nos den la reserva.
Marizza se mordió el labio claro que quería bajar pero ella no era la de la foto y él se enfadaría por mentirle se acabaría todo, y ahora que lo conocía la atracción era mayor, ¿Cómo iba a dejar a un hombre como él... que se había enamorado a través de los correos electrónicos y después confirmado al tenerlo a su lado?
Marizza: No puedo...- Respondió resignada, su voz sonó apagada y dolorosa.
Pablo: ¿Por qué no puedes?
Marizza: Tienen... tienen un problema con los clientes y, si no se resuelve pronto, el departamento de contabilidad no podrá hacer frente a los pagos.
Pablo: ¿Y qué tienes tú que ver?
Marizza: Yo...yo pertenezco al departamento de atención al cliente; soy quien más los conozco y la que puede hacer el trabajo más rápido por eso me han pedido quedarme.
Pablo: ¿Y has aceptado?.- Preguntó algo molesto.
Marizza: Sí.
Pablo: Genial, entonces no te molesto más, buenas tardes Estefanía.
El pitido seguido por el silencio de la llamada la dejó paralizada se había enfadado; su tono de voz había cambiado aunque seguía siendo cortés con ella... no podía respirar, el sentimiento doloroso de haberle hecho daño tenía su corazón en un puño.
Dile la verdad, idiota.- exclamó su conciencia.- ¡Ahora!
Salió corriendo de nuevo para alcanzarle antes de que saliera del edificio quizás si se lo explicaba todo pudiera perdonarla y seguir con esa amistad... o quizás...
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Engaño
Mystery / ThrillerMarizza y Pablo mantienen una relación vía email desde hace un año, gozan de una amistad muy sólida, pero ¿Qué pasará cuando el rubio decida ir a conocerla y se dé cuenta de que la foto que ella le envió no era suya? La castaña no tendrá más remedi...