Set fire to the rain - Jujutsu Kaisen

Capítulo 5: Sentir nada

✨🍦Advertencia de contenido sobre: depresión y ansiedad, se recomienda discreción🍦

Una mañana inicio de un nuevo mes ambos desayunaban juntos en la cocina. Dalia se preparaba para viajar a Tokyo volvería para la noche. La cotidianidad de Nanami volvía a ser la misma de siempre, salvo por el desperfecto: saber que ya no era capaz de ser feliz sacando fotografías lo asustaba. Semanas habían pasado desde que tomara su última fotografía buena y no había vuelto a verla. La musa no volvió a tocar su puerta. Y en este punto ya lo abordaba la frustración con mucha frecuencia, tal vez era esta situación la que lo estaba sobrepasando y no lo dejaba disfrutar el resto de su vida y hacía que quisiera rehuir de su esposa. Dalia había estado hablándole, se acercó y sacudió su mano enfrente para obtener su atención.

—¿Qué pasa? Llevas un buen rato pensando. ¿Qué es lo que te mantiene así?

—No es nada...

—Te crees capaz de ocultármelo... ah ya veo —fingía estar enojada.

—No te oculto nada... sólo no es algo importante para decir.

Pero ella sabía que era muy importante como para que él decidiera quedárselo en secreto. No insistió más. En su lugar inició una nueva conversación.

—Quiero... hablar contigo de algo importante Kento.

Él levantó la mirada, notó su sonrojo y de inmediato pensó... "¿tal vez... lo que suele ocurrir en un matrimonio está por suceder?" Esperaba que le diera la noticia de un embarazo. Le puso atención, pero desde luego no se trataba de eso... Nanami sintió alivio, de inmediato se sorprendió y se sintió mal por... alegrarse de que no fuera eso.

—Hay un tema del que hablamos hace mucho, cuando nos comprometimos. Ni siquiera lo retomamos tras nuestra boda. Pero ahora creo que debemos hacerlo porque nuestro matrimonio va de maravilla, creo que entramos a otra etapa de éste, y ya tenemos mucha más estabilidad.

Él quería decirle que de estable no tenía absolutamente nada. Bueno sí un trabajo, un sueldo fijo además de su carrera como artista... pero estabilidad emocional... no había. Aun así afirmó que era cierto.

—Entonces... ¿qué opinas de ser padres?

Ah así que iba por allí... esperaba que no se le ocurriera mostrar una prueba después de. En efecto hace mucho que habían tenido esa conversación... A Nanami, en ese entonces, le daba igual si tenían hijos o no... de hecho dio por hecho que no sería así porque Dalia le dejó en claro al comprometerse que no quería tener hijos tan pronto y que existía la posibilidad de no tenerlos. Es cierto que Nanami se había imaginado en algún punto cuidar de un pequeño bebé fruto de todo su cariño... pero conforme pasaba el tiempo eso dejó de importarle. Ahora...

—Tú sabes lo que opino. Lo que te dije aquella vez sigue en pie. Yo respetaré si no quieres tener hijos, no es algo que desee con tanto esmero pero tampoco es algo a lo que me niegue rotundamente. Dime... ¿qué piensas tú? ¿Cambiaste de opinión? ¿Traes una prueba de embarazo ya?

Ella se rio por la última pregunta.

—No traigo ninguna prueba. Yo he cambiado de opinión... ahora que todo es más estable quisiera quedar embarazada. Quiero tener un hijo contigo Kento, pero sólo uno.

Él sonrió.

—¿No lo haces por mí verdad?

Se quedó callada por un momento.

—Es que es por ambos, y porque lo deseo. Tú... ¿quieres tener un hijo conmigo? Lo pregunto para dejar el tratamiento y no sé tal vez empezar un seguimiento de fertilidad...