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Hoseok tocó el timbre de la casa park, con un maleta. La señora Hania fue a su llamado dejándole pasar.

—¡Hyung!—jimin se levantó de la mesa cuando él blondo pasó con una sonrisa.

—Hagamos esto rápido —dijo el mayor. Madre e hijo asintieron.

¿Pero que pasó? 

Hania había sido sentada en el sofá sin entender la situación de su hijo. Estaban en la casa apenas llegando de la iglesia cuando él menor le pidió hablar con urgencia.

—¡mamá, Jungkook y yo somos novios!—dijo el menor sin rodeos. La castaña se quedó callada sin demostrar emoción, Jimin temía lo peor pero ella soltó una risa confundiéndolo.

—ya lo sabía cariño—dijo ella tranquila.

Él menor parpadeó más que sorprendido, pues nunca había dejado que su madre sospechara, o eso creyó. —¿Olvidas que tengo una ventana en la cocina?—ella apuntó.

Jimin se sonrojó mirando a su madre avergonzado.

—por supuesto que al principio me costó comprender él por qué mi vecino besaba a mi hijo, pero luego entendí que no quería presionarte más con mis problemas, además eres joven y tu vecino es apuesto, y se nota que es un gran hombre—aclaró tranquila—aun qué me molesta que no me hayas contado hijo que tenías novio, hubieran sido claros conmigo.

Jimin se le abalanzó abrazándola con todas sus fuerzas. La señora park le besó la frente. Era su único hijo, el que amaba con todo su ser.

—aun a si mamá, te pediré un favor—la mayor asintió —te amo mamá.

Y es ahí donde regresamos a la realidad. Jimin sonrió cuando Hoseok sacó unas prendas. La señora park miró curiosa la ropa sin entender el tema de la fiesta que su hijo le había dicho. 

—¿De testigos de Jehová?—dijo ella divertida.—ustedes dos si que son muy creativos.

—es una fiesta mamá, es obvio que iremos de algo lindo—dijo Jimin. Hoseok asintió tomando su ropa—¡Bien, entonces arreglemos todo!.


Hoseok había tenido una llamada antes de la situación, por supuesto el blondo se encontraba en un baño vomitando su desayuno como unos días atrás. Sus síntomas eran muy extraños, pero quería suponer que era solo dolor de estómago.

—¿Hola?—dijo saliendo del baño con el celular en su oreja. Estaba en un hotel en Francia, dos días después de la ceremonia de Jungkook.

El primer paso que darían era un convenio con la mafia francesa, y no había mejor hombre para esa situación que Jeon Jungkook, el hombre de negocios.

—¿Jimin?—dijo con una sonrisa al escuchar al blondo—¿Pero como conseguiste mi número?—preguntó confuso.


—Hyung, lo pedí al cielo—bromeó el menor.


Jung soltó risas suaves —¿Estas seguro que el cielo?


—Hyung ¿Dónde se encuentra?.

Él mayor dudo en hablar, pero tanto él como taehyung se sentía incómodos con la situación, y escuchar a Jimin le daba alivió —estoy en Francia, estamos haciendo un trabajo con…


Jimin frunció sus cejas cuando él blondo dudo en contarle—Hyung, yo sé que Jungkook no se fue.


Hoseok se golpeó la frente por sus mareos—¡Joder Jimin, no hay un niño tan inteligente como tú sin duda, ya veo por qué puedes dominar la mente de mi cuñado!—Jadeó tocando su vientre.


†VECINO ERÓTICO† +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora