†VECINO ERÓTICO† +18

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El sonido de las campanas en la iglesia eran tan irritantes para Jungkook. Era algo tan frío y desagradable de escuchar.

-¡joven!-el aludido giró su cabeza al escuchar la voz de el padre Choi-¿en qué puedo ayudarlo? Me dijo el hermano lee que buscaba de mi-dijo el anciano deteniéndose frente al menor en él pasillo vacío de la iglesia.

-¡buenos días padre!-hizo una reverencia-quería hablar con usted en privado, no sé si tendrá tiempo para mi confesión-sonrió ladeado obteniendo el asentimiento del mayor.

-claro, usted vino con la hermana park-sonrió el anciano-por favor sígame.

Jeon acarició su nariz mirando los asientos de enfrente donde un pálido estaba sentado fingiendo rezar. Sus ojos se apartaron mirando al cura caminar hacía la capilla.

Cuando entraron a la capilla el mayor le indico entrar a la cabina. Jungkook se sintió extraño al ver la tela oscura que los separaba.

-dígame que lo perturba.

-padre me avergüenza contarle mis pecados.

-tranquilo hijo, Dios perdona al más impío entre sus hijos. Además mi secreto de confesión está guardado para el señor.

Jungkook suspiró mirando la tela negra-e tocado a mí vecino.

El cura rápidamente le miró-confieso que e pecado al ver su cuerpo como algo más que un simple deseo.

-bueno hijo, tenemos ojos y Dios puede perdonar tu deseo, la fornicación es mala si no hay una relación.

Jungkook soltó una suave risa confundiendo al mayor-padre ¿Cree que Dios pueda perdonarme?-sus ojos de pronto cambiaron.

-hijo, es natural tener deseos. Si ambos se aman entonces hagan una unión.

-no me lo mal entienda padre, pero odio lo que estoy haciendo.

-hijo, Dios ama sin importar su raza, su credo, y todo lo que su hijo carga el lo llevará en su espalda.

-¿Aún que haya matado?

El anciano suspiro pesadamente.

-¿Has hecho eso hijo?.

Jungkook agachó su cabeza mirando sus dedos, sus ojos se miraban tristes y desolados.

-padre e matado, e hurtado y hecho cosas que no se imagina.

El anciano le miró por la tela-hijo, matar es un pecado de muerte, hurtar también lo es.

-¿Merezco la muerte padre?-preguntó irónico-padre, el hijo de la señora park es mi amante.

El anciano tosió por la impresión.-yo no creo en Dios, pero si usted ahora mismo me da una respuesta, entonces creeré en el.-musitó escuchando la respiración pesada del anciano -¿Puedo ser amado padre?.

-hijo, escuchó en tu voz aflicción-murmuró el mayor. Jungkook no pudo evitar sonreír con sus ojos cristalizados.-tengo tiempo suficiente para escucharte. No me mires cómo un hombre que vaya a juzgarte, si no como un padre que es Dios.

-padre, me cuesta creer que el mundo es regido por un Dios.

El anciano asintió comprendiendo que el joven no era alguien fácil de entender.

-le contaré todo, pero a cambio necesito pedirle un favor.

-¿Un favor?.

Jungkook elevó su mirada con sus ojos oscuros, había algo en ellos que produjo una sensación de ambiente ambiguo en la capilla.