Parte 2

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—Oye ¿ Qué se siente tener un piercing?- pregunto aquella chica.

—Es como si transformara cada parte de tu cuerpo, en la punta de un pene- dijo la chica. 

—Vayaaa- dijo sorprendida la chica. 

—Te lo presto es un libro de perforaciones- dijo la chica. 

—¿Esa cosa para perforarte las orejas no la usan para perforarte los pezones?- pregunto la chica. 

—No hagas caso de eso, esa cosa va en contra de todo lo relacionado con las perforaciones, todas mis perforaciones 18 perforaciones y cada una de ellas fueron hechas con aguja- dijo la chica—Cinco en cada oreja, una el pezón de mi busto izquierdo, dos en la nariz, una en mi ceja izquierda, una en la panza, una en el labio, en el clítoris y uno en la lengua- concluyo de explicar la mujer de cabello negro.

—Oye, disculpa tengo curiosidad ¿ Por qué tienes prácticamente un clavo en la lengua?- dije todo intrigado y confundido a la vez, había escuchado acerca de esto de las perforaciones, pero sin duda alguna está mujer es rara. 

—Para el sexo oral- dijo mientras le sacaba la lengua a Asta, sin duda alguna esta mujer es muy vulgar. 

—Asta!- dijo Finral desde la puerta de su cocina—Ven a mi oficina. 

Yo no dije nada y solo seguí a Finral a su supuesta oficina, es su habitación. Si, su habitación, es acogedora y pues me señalo en su cama tres bolsas enrolladas con un lazo dorado, ambas contiene polvo blanco, ósea la heroína. 

—Esto es panda de Brasil es muy buena y esto es pava diferente pero igual de bueno, y esté es choco de las montañas de Alemania- dijo Finral- Las dos primeras cuestan lo mismo trecientos el gramo son precios para amigos, pero esta es mas costosa- dijo señalando al choco- Está vale 500 el gramo, cuando la pruebes sabrás porque la diferencia no hay nada malo con esta dos son muy buenas ;pero, esta te volverá loco- dijo mientras estaba echado en su cama  y sostenía el tan preciado choco. 

—Pero acabo de volver de Ámsterdam- dije con poco interes. 

—Oye Asta, soy negro- dijo sarcásticamente- Estas en Tokio, estas en mi casa, los blancos que saben distinguir lo bueno y lo malo viene a esta casa, mi mercancía podría competir con la de Ámsterdam- ya estaba presumiendo demasiado. 

—Como que estas exagerando ¿No?- dije un poco interesado. 

—Esto no es Ámsterdam Asta, la cocaína esta mas muerta que "Elvis" la heroína esta volviendo en grande- dijo mientras me sonreía. 

—De acuerdo haber dame 3 gramos de la buena, si es tan buena como me dices volveré y te comprare otros 1000. 

—Bueno, solo espero que me quede para ti- dijo mientras sacaba una caja de madera con candado- Como eres mi amigo te daré de mi reserva personal, para que veas que amable soy- dijo mientras buscada algo en su maletín- Oye ya no tengo sobres una bolsa esta bien.

—Excelente- dijo mientras miraba detalladamente cada centímetro de habitación, es acogedora. 

—De acuerdo te conseguiré unas- dijo mientras habría su puerta- Linda me traerías unas bolsa y selladores de la cocina!- su mujer solo le contesto con un si, para luego cerrar su puerta—Oye que te parece Trudi, es bonita y no tiene novio ¿Te interesaría salir con ella?

—¿Quién es Trudi? La que tiene alambres en la cara- lo dije exaltado porque recordar a esa mujer vulgar me daba un poco de escalofríos. 

—No, ella es Finesse, mi mujer- dijo Finral mirándome fijamente. 

—Ajajajaja tiene mucha personalidad- dije mientras Finral también se reía—Y no, no puedo tengo que sacar a Noelle a divertirse todo el fin de semana. 

TRUE LOVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora