Era sólo una visita rápida a la mansión Luthor. No quiere estar allí exactamente, pero cuando su madre la invita, debe volver a visitarla.
Entró y recibió un simple apretón de manos de Lillian -Madre- saludó cuando sus manos se encontraron formalmente.
-Lena, qué bien que hayas aparecido- respondió Lillian con la lengua empapada de amargura.
-No creo que haya tenido elección- suelta Lena con ingenio. No se atreve a rechazar las invitaciones de su madre, pues no quiere sufrir la violencia de Lillian.
Lillian mira con fastidio a su hija adoptiva antes de entrar en el comedor, esperando que Lena la siga -He oído que has contratado a un director financiero para no tener que trabajar tanto- dice Lillian con desaprobación.
-Lo hice hace poco, créeme que estaría allí si pudiera. Pero me necesitan en otro sitio, de momento- Lena responde con sinceridad, aunque no quiere que su madre sepa lo de Landon.
Lena estaba comiendo mientras se ponía al día con su madre. Había pasado un tiempo, aunque por supuesto Lena disfrutaba de ese tiempo de separación.
Cuando surgió la conversación sobre Kara, Lena se alegró tanto de empezar a hablar con ella que se olvidó de con quién estaba hablando -Creo, creo que la quiero- susurró, llena de suavidad.
Una fuerte bofetada en su mejilla sigue casi inmediatamente -¡Un Luthor no ama!- Lillian prácticamente rugió -¡Tampoco te crié para que fueras una sucia tortillera que sólo deshonrará nuestro nombre!- Gritó con total rabia lo que le valió a Lena otra bofetada en la cara.
Las lágrimas se formaron en los ojos de Lena, pero sabe que es mejor no llorar -Con todo respeto, madre, ya no puedes controlarme.
-¡Fuera!- Lillian gritó con odio, empujando a su hija de la silla en la que estaba sentada -¡Ya no eres bienvenida aquí!- Otro grito de Lillian resuena en la casa mientras Lena sale corriendo y llorando.
Su madre tiene razón, los Luthor no aman. Pero eso no significa que no puedan. Tiene que intentarlo, esforzarse más para sacarse a su madre de la cabeza.
Cuando su madre empieza a correr tras ella, Lena sale de su sueño, llorando y sudando por el estrés. Entonces ve a Kara, acurrucada junto a ella en el colchón de aire, con la preocupación entretejida en el rostro de la rubia -Lo siento- susurra Lena entre sollozos ahogados.
Cuando Lena se disculpa, Kara atrae a la mujer más cerca de ella y empieza a pasar las manos en silencio por sus mechones castaños oscuros -Shh, estás bien Lena, está bien- Le susurra la rubia.
-Eres mi excepción- Lena murmura antes de secar sus lágrimas en la camisa de Kara y volver a dormirse.
Kara se quedó confusa, pero se quedó pasando las manos por el pelo de su amiga como consuelo, queriendo que Lena se relajara y durmiera bien.
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Lena es madrugadora, así que se despertó la primera de las tres y fue directa a Landon, que se removía en su cuna.
-¡Buenos días mi dulce niño!- susurró Lena, mientras apretaba la cara con una sonrisa y acercaba su nariz a la de ella.
Cuando Landon empezó a hacer algo de ruido, Lena lo llevó al piso de abajo, donde Eliza estaba sorbiendo su café.
-Buenos días, corazón. ¿Quieres que te ayude con él?- preguntó Eliza dulcemente con un tono maternal.
Lena sonrió y movió a Landon entre sus brazos -Eso sería encantador. ¿Podrías preparar un biberón para él?- Preguntó con cuidado, todavía insegura de sus límites debido a que no estaba cerca de Eliza a menudo.
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Las únicas excepciones
FanficNunca en su vida Lena había imaginado tener un bebé. Ni siquiera podía mantener una planta viva. Pero Rhea había usado su ADN y el de Mon-El para crear uno. Así que cuando Mon-El se fue con su madre, ella se quedó sola cuidando a un bebé. Ahora que...