Las únicas excepciones

Estoy preparado para la esperanza

Desde que le dijo a Lena la verdad, Kara había estado durmiendo en el sofá de su propio apartamento. Eliza se estaba quedando allí por el momento, así que Kara permitió que su madre adoptiva ocupara la cama.

Lena no había enviado ni un solo mensaje de texto ni una llamada telefónica a Kara en casi una semana. Era triste. Lena es su mejor amiga, de la que puede estar muy enamorada. Pero la echa de menos, odia que esté sufriendo. Se siente mal por no estar ahí para consolarla ya que siempre ayuda a Lena en el dolor.

Aunque, por suerte para ella, sabe que Lena está bien porque le pide a Alex y/o a Eliza que vayan a ayudarla de vez en cuando. Es bueno saber que ella busca ayuda. Y por lo que Kara ha escuchado de su familia, ve que está bien, excepto por la enorme confusión interna que está luchando contra los Luthor en todo momento.

Kara tiene un plan para ir a intentar hablar con ella dentro de unos días. Quiere respetar que Lena necesite espacio, pero también necesita contarle todo lo que debe saber sobre el beso. Kara entiende la forma en que su amiga reaccionó. La Luthor es siempre tan equilibrada, correcta y calculadora con sus acciones, así que no es una sorpresa que se haya enfadado mucho por este incidente.

El tiempo que pasaron separados hizo que Kara pensara mucho. Lena significa mucho más para ella de lo que jamás hubiera pensado. No poder verla o hablar con ella le hizo comprender mejor sus sentimientos por Lena. Tal vez por eso esto le dolió tanto, porque cuando Lena se duele también le duele a Kara. Tiene tanta empatía y simpatía por la morena que no sabe cómo arreglar esto sin estar allí.

–Oye Eliza, la DEO nos necesita a Alex y a mí por un tiempo. Si Lena necesita algo, ¿podrías echarle una mano?- grita Kara después de ponerse el traje.

-Por supuesto, cariño, mantente a salvo-. Eliza responde justo antes de que Kara salga por la ventana para detener una amenaza alienígena.

Unos minutos después, Eliza recibe una llamada de Lena. -Hola cariño, ¿cómo les va hoy?- Dice cuando contesta. Siempre quiere ser amable y gentil con la Luthor, se merece tener una relación más suave en su vida.

-Me las estoy... arreglando-. suelta Lena de forma vacilante. Le encantaría hablar con Eliza de todo lo sucedido, pero prefiere hacerlo en persona. -¿Te importaría recoger a Landon y cuidarlo durante unas horas? Tengo que hacer unos recados-. Lena pregunta, esperando que esto funcione. Ella necesita sacar su mente de lo que pasó con Kara. Estaba enfadada consigo misma y triste porque Kara no se lo había dicho antes. Y esas dos emociones no le sentaban bien.

-Sí, por supuesto, Lena. ¿Cuándo quieres que me pase?- Eliza responde con prontitud.

-Lo más pronto que puedas estar estaría bien. Pero, ¿podríamos hablar cuando llegues?- Lena responde, su pregunta es tímida, sin saber si sería apropiado hablar de esto con la madre adoptiva de la mujer.

Hay una ligera pausa antes de que Eliza hable. Está casi segura de saber de qué querría hablar Lena. Tampoco estaría mintiendo si admitiera que quiere que Lena hable de ello. -Sería estupendo. Puedo estar allí en media hora. ¿Te parece bien?

-Es perfecto, gracias- Lena susurra en el teléfono. Está un poco preocupada, pero cree que esto la ayudará a curarse un poco.

-Muy bien, nos vemos pronto cariño-. Eliza dice mientras terminan la llamada.

———————————————

Eliza se presenta en el apartamento de Lena casi exactamente 30 minutos después. Llama a la puerta en silencio, sin querer molestar a Landon si está durmiendo. Lena abre la puerta sólo unos segundos después y deja entrar a Eliza.

-Gracias por venir-. Dice Lena mientras se acerca cojeando al sofá. Desde la semana pasada le han quitado el yeso y ha tenido una bota para caminar, lo que hace que el cuidado de un bebé sea mucho más fácil.