~Shigaraki~

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Llevaba ya unos seis días de prácticas en la agencia. La mayoría de los entrenamientos con Mirko eran bastante intensos, y los otros más bien normalitos. Ella era simpática y enérgica, en cierto modo me recordaba a Mina, la cual echaba muchísimo de menos. En los días que había patrullado solo me encontré con bombitas, pero eso fue todo. No me topé con ninguno de mis amigos ni nada.

El sexto día de prácticas a las 20:30, la heroína profesional y yo estábamos entrenando en el edificio de su agencia. Ella me enseñaba como dar fuertes patadas a los villanos. Sabía mucho de artes marciales y eso me era de ayuda, porque necesitaba mejorar estas técnicas.

- Muy bien, así - aprobó y sonreí satisfecha - ahora al saco, yo lo sostengo.

Se colocó detrás del saco de boxeo agarrándolo con ambas manos. Yo giré sobre mi pierna izquierda y, subiendo la pierna derecha, golpeé con fuerza. La heroína retrocedió un poco.

- ¡Genial! Aprendes rápido H2O.

Chocamos los cinco y pasó su brazo por mis hombros, estrechándome un poco contra ella. Sonreí ampliamente.

- ¡Mirko! Tenemos un problema - informó un subordinado.

La mencionada me soltó y se preocupó al instante.

- Ha habido una explosión en el centro. Los héroes están combatiendo ahí contra tres villanos y necesitan refuerzos.

- H2O, se acabó el entrenamiento. ¡Vamos a zurrarles a esos villanos!

Con eso salió por la puerta y yo la seguí.

............................

Aproximándonos al centro pudimos observar a los ciudadanos huyendo. Al parecer la explosión había iniciado un incendio que crecía por segundos. Cuando llegamos vimos a los héroes luchando contra... ¡¿Nomus?! Sin duda alguna, este era un ataque de la Liga de villanos.

- Ocúpate del incendio, yo me divertiré con estos tipos - ordenó la heroína profesional mientras se crujía los dedos y calentaba sus extremidades.

Corrió hacia un nomu de aspecto desnutrido que atemorizaba a una pareja y le dio un golpe en el costado con sus duros nudillos.

Por otra parte, yo apagaba el incendio con el agua procedente de mis manos cuando, de repente, oí gritos que parecían venir de una casa cercana. Me acerqué.

- ¿Hay alguien? - dije con fuerza para que me escucharan.

- ¡Ayuda!

Rápidamente entré. El humo abofeteó mi cara provocando que tosiera un poco.

- ¿Dónde estás? - pregunté.

- ¡Aquí!

Fui a lo que parecía ser una cocina y encontré a la chica.

Tendría entre 25 y 30 años, y estaba tirada en el suelo tapándose la nariz con un trapo. Una tabla del techo había caído sobre su pierna cuando ocurrió la explosión y no podía levantarse.

- ¿Estás bien?

- No, creo que estoy sangrando.

Con cuidado aparté el objeto. Efectivamente, tenía una herida en la rodilla de la que brotaba sangre. La chica tosió.

- Dame eso un segundo - humedecí su trapo con agua y se lo devolví - cubre tu nariz y tu boca. ¿Crees que puedes levantarte?

- Lo intentaré.

La ayudé a ponerse de pie y caminamos con cuidado hacia la salida.

- Espero que sepas andar con muletas.

Moldeé el agua que salió de mis manos y la congelé haciendo unas muletas para ella. Se las di.

- Tienes que salir por allí - le indiqué.

- Gracias - me sonrió.

Con eso se fue, y yo volví para apagar el fuego, encontrándome con Endeavor.

¿Es coña? Me llevé un buen rato deshidratándome para estabilizar el incendio, y ahora viene un héroe cuyo don es el fuego. Literalmente lo estaba quemando todo. Había huellas de sus pies por todas las paredes exteriores de las casas.

Él combatía contra un nomu de apariencia grotesca y musculosa, que lo empujó cerca de mí.

- ¡Aparta, niña!

Pero que simpático es Endeavor (pillen el sarcasmo).

Caminé por la calle y vi a Bakugo junto a otro héroe luchando con otro nomu. Quería ayudar, así que me acerqué. Pero comencé a correr con todas mis fuerzas cuando observé que un nomu alado estaba descendiendo peligrosamente en su dirección.

- Mierda, mierda, mierda - pensé.

Recordé las enseñanzas de Mirko, y fue entonces cuando giré sobre mi pierna izquierda y golpeé al villano con la pierna derecha. El nomu atravesó la pared de una tienda de ropa, dejando un gran agujero.

El rubio cenizo volteó a verme.

- ¿Qué haces, extra? - preguntó extrañado y molesto.

- Un "gracias" no estaría mal.

- No pienso agradecerte nada por algo que no te he pedido. Podría haberlo hecho yo mismo - dijo el muy egocéntrico.

De repente, el nomu salió volando a gran velocidad, y Bakugo y yo nos agachamos. Iba hacia donde estaban Endeavor, Shoto, Izuku, Tenya, y... ¡¿Ese era el matahéroes?! El nomu agarró a Deku y alzó el vuelo.

- ¡Izuku! - exclamé.

Intenté congelarle las alas pero cuando extendí mis brazos hacia el villano el matahéroes saltó frente a mí, y por el susto caí al suelo.

- ¡Idiota! - me insultó el rubio explosivo y me apartó un poco de los villanos - No bajes la guardia - me regañó.

El famoso villano salvó al peliverde y más tarde quedó inconsciente.

...Minutos después...

Los héroes habían avisado a los policías para que vinieran a arrestar a los nomus y, de la nada, aparecieron los dos líderes de la liga de villanos.

- ¡Maldito mocoso! - gritó furioso el villano peliceleste - ¡Debería haberte matado en la USJ! - comenzó a correr hacia Deku.

Tenya salió veloz en busca de Endeavor y Katsuki lanzó varias explosiones al villano de los portales.

- ¡MUEREEE! - amenazó el rubio.

Yo pisé fuerte con él pie derecho y el hielo trazó la trayectoria hasta los pies de Shigaraki, impidiéndole moverse.

- ¡Y tú! - me señaló - ¡Tu debiste morir junto a tus inútiles padres!

Me paralicé. ¿Cómo sabía que mis padres habían muerto? ¿Él los conocía?

El villano peliceleste tocó el hielo de sus pies y este se desintegró como si fuera polvo, pero antes de que volviese a intentar atacar a Izuku el segundo mejor héroe llegó junto al delegado de nuestra clase.

- ¡Kurogiri! ¡Vámonos!

Y con eso, desaparecieron en el gran portal que crearon en medio de la calle.

Aunque estaba caminando junto a mis compañeros hacia la estación, mi mente seguía pensando en lo que había dicho el villano, y al parecer alguien se dio cuenta.

- Ey, ¿Estás bien? - se preocupó Deku.

- Eso debería preguntarte yo - dije bromeando pero insistió con la mirada - Si, tranquilo - le mostré una sonrisa que realmente no llegó a mis ojos.

- No te preocupes por lo que dijo Shigaraki, si? Es un villano. No debemos confiar en sus palabras - apretó suavemente mi hombro.

Puede que el pequeño brocoli tuviese razón. Quizás era una mentira. Debería olvidarlo y ya.





¡Baja los humos, rubita! (Bakugo x lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora