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- ̗̀ 𝑫𝒆𝒔𝒑𝒊𝒔𝒕𝒂𝒅𝒐𝒔 ִֶָ ִֶָ ִֶָ ⸙Sakura era la encarnación de la luz.
Su aura burbujeante y segura era contagiosa para todos, levanta el ánimo y trae felicidad tanto a sus pacientes como a sus nuevos camaradas. Era diferente de los demás ninjas médicos en Suna, siempre bondadosa y con unas manos gentiles que ayudan a todos.
Los nuevos enfermeros siempre recurrían a ella en busca de un consejo o instrucciones. Ella fue muy amable, un cambio agradable del porte engreído de los demás médicos. Contaban sus problemas mientras que ella escuchaba atentamente. Su suave sonrisa y ojos cálidos eran la cura para un mal día.
En poco tiempo ya era bastante popular, al mes de su llegada ya había capturado varios corazones, siendo el del Kazekage uno de ellos.
Fue imposible para el Kazekage quedar indiferente ante una sola sonrisa de la joven Kunoichi. Sí, desde antes de su llegada, él ya pensaba que era una chica dedicada, que se había esforzado para estar donde está, con un talento inigualable para la medicina y sin venir de algún clan con renombre, pero con solo convivir con ella unos pocos días quedó atrapado en sus encantos.
No solo era dedicada y dulce, podía ser divertida, carismática, y con carácter inigualable. Mostraba todo un repertorio de facetas que ni siquiera se había imaginado. Solo le daban ganar de conocer más y más.
Pero, muy a su pesar, sabía que lo suyo no iba a pasar de un mero enamoramiento unilateral.
Él era un monstruo, lo supo desde qué tenía uso de razón, su destino siempre fue estar en soledad. ¿Cómo podría siquiera imaginar estar con alguien tan gentil y dulce como lo era Sakura? Debería estar agradecido de que ella le permitiera estar en una misma habitación que él sin recibir malos tratos o miradas de disgusto. No podría. No debería aspirar a más.
Si mantener sus sentimientos ocultos era la condición impuesta para poder estar cerca de ella, que así sea.
⭒⭒⭒
— Hah...
¿Cuántas veces había suspirado en lo que iba del día? Habían sido tantas veces que le tomaría un buen rato contarlas a todas, y eso que la noche siquiera había llegado.
En momentos como este, que se encontraba sola en su despacho, era inevitable que su mente deambulara muy cerca de cierto peli-rojo de la arena. ¿Pero alguien podría culparla? El actual Kazekage era maravilloso, extraordinario, fantástico, y podría fácilmente seguir con la línea de sinónimos.
En estas últimas semanas había convivido frecuentemente con Gaara y todo del hombre le había fascinado; desde los sentimientos nobles que él mantenía a su aldea, a pesar de todo el mal que esta le causó, hasta el gusto secreto que tenía por contemplar las flores en el abrevadero. Desde que se interesó en él había notado tantos detalles cautivadores; lo roja que se ponía su nariz ante la fresca brisa, lo pacífica que lucía su cara al observar el paisaje, los pequeños hoyuelos en sus mejillas al momento de sonreír, lo lindo de su risa...
A estas alturas era imposible negar lo evidente, estaba enamorada de él, lo reconocía, pero eso no significaba que intentaría algo. Luego de un amor tortuoso y fallido hacia el Uchiha, un chico que había conocido desde sus inicios en la academia, ¿Qué la hacía creer que tendría oportunidad con alguien como Gaara que apenas la conocía de hace unas semanas? Y su puesto como Kazekague solo agravaba la situación.
Se encontraba muy conflictuada acerca de sus sentimientos; por un lado, estaba el júbilo por los sentimientos de la etapa de enamoramiento, cada que veía al Kazekage se sentía aquella enamoradiza y romántica niña de la academia, pero, por otro lado, en lo más profundo de ella, estaba su subconsciente aún herido por la relativamente reciente y espantosa experiencia con Sasuke, aquel que le rogaba que por favor no se haga esto, que no se envuelva en otro amor imposible, pues si este llegaba a ser remotamente parecido al anterior no estaba segura de poderse recuperar.
— Hah...
Y ahí iba otro suspiro.
Su mente estos últimos días siempre finalizaba con esta línea de pensamientos. ¿Quizá después de todo sería mejor mantener enterrados estos sentimientos? ¿Por qué algo que se sentía tan bien podría ocasionar todo lo contrario?
La propia contradicción de su interior solía hacerla sentir muy frustrada con ella misma. La voz profunda de su subconsciente le repitió que era mejor centrarse en su carrera shinobi y no en otro chico, ya había pasado por mucho a causa de uno. Sakura comenzaba a creer que la voz tenía la razón...
⭒⭒⭒
Los hermanos de la arena, Temari y Kankuro, veían desde la distancia la tímida interacción de su hermanito menor y la recién llegada ninja médico de Konoha. Había que ser un auténtico ciego para no ver el claro enamoramiento que tenían el uno por el otro.
Los hermanos sabían lo popular que se había vuelto la peli-rosa en su aldea, atrayendo los corazones de varios chicos como polilla a la luz, pero la razón por la que ninguno se atrevió a dar un paso hacia ella había sido el claro interés de Gaara hacia la kunoichi, y ver que el interés era recíproco fue también un gran aporte. Toda la aldea se había dado cuenta, menos los susodichos, y estaban seguros de que si Gaara no fuera el Kazekage, más de un aldeano le habría lanzado una que otra indirecta en modo de broma.
Pero no, parecían ser la telenovela más popular de toda Sunagakure.
Y, ¡por Dios! Era muy frustrante verlos y que ninguno intentara nada.
Ambos hermanos se miraron y compartieron una mirada cómplice, intuyendo que pensaban lo mismo. Tomarían el asunto entre sus manos...
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─ ❝🍓:: 𝐀𝐁𝐂 ; ℍ𝕒𝕣𝕦𝕟𝕠 𝕊𝕒𝕜𝕦𝕣𝕒 ִֶָ
Fanfiction━━━ 𝗣𝗿𝗼𝘁𝗮𝗴𝗼𝗻𝗶𝘀𝘁𝗮: Sakura Haruno ━━━ • • • -- ִֶָ 友 🍷 ։։ Pᥱqᥙᥱᥒ̃os rᥱᥣᥲtos Sᥲkᥙ-Hᥲrᥱm dᥱ ᥲᥴᥙᥱrdo ᥲ ᥣᥲs ᥣᥱtrᥲs dᥱᥣ ᥲbᥱᥴᥱdᥲrιo ִֶָ • • • ┏━━━━━━━ • ✿ • ━━━━━━━┓ ⁞➜ ʟᴏs ᴘᴇʀsᴏɴᴀᴊᴇs ɴᴏ sᴏɴ ᴍɪᴏs, sᴏɴ ᴘʀᴏᴘɪᴇᴅᴀᴅ ᴅᴇ sᴜs ʀᴇsᴘᴇᴄᴛɪᴠᴏs ᴍᴀɴɢᴀᴋᴀs. ʏᴏ...