Negan terminó comiendo unas galletas rancias para el almuerzo. No tenía ánimos para estar cocinando con todo lo que había pasado. No importa cuánto amenazó a Rick, tenía la ventaja en esta situación. También tenían su bate, su Lucille. ¿Y si lo quemaba como había dicho?Sintió que le escocían los ojos ante la idea. Después de todo, Lucille era mucho más que su arma homicida. Ya la extrañaba, pero ese imbécil no se la devolvería. Como no entregaría a sus hijos. Estaba decidido a llevarlo al límite con Rick.
Se puso de pie y se puso un abrigo. Tenía que encontrar a estos niños para asegurarse de que no se escaparan. Se miró en el espejo y se sintió muy raro al ver la cara de Rick mirándolo fijamente. Era como si lo estuviera juzgando.
Negan suspiró y abrió la puerta de la casa de Rick. Tenía que averiguar dónde vivía esa chica, Enid. Carl podría haber decidido ir con ella.
"Hola Rick" escuchó que alguien decía detrás de él.
Se dio la vuelta y vio a un chico caminando hacia él. Lo había visto antes, pero no recordaba su nombre. Negan se esforzó más por pensar en su nombre. Sería muy sospechoso si Rick no supiera el nombre de un compañero alexandrino. De repente volvió a él. Aarón era su nombre. Sus hombres lo habían golpeado...
"Erm... hola Aaron" dijo arrastrando las palabras.
"¿Todo está bien?" Aarón cuestionó.
Negan lo pensó. Tal vez él podría ayudarlo.
"En realidad estoy buscando a Carl y Judith. Se fueron a dar una vuelta por aquí y no aún vuelto aún"
Aaron frunció el ceño ante eso. No era propio de Carl desaparecer.
"Me iba con él padre Gabriel", dijo Aaron. "¿Quieres venir conmigo? Tal vez él pueda ayudar".
Negan no quería involucrar a mucha gente pero tampoco podía negarse.
"Está bien, vamos..." asintió.