Negan suspiró con frustración mientras miraba los ingredientes frente a él. ¿Dónde diablos estaba ese chico? Le había dicho que volviera a bajar para ayudar. Si no se concentraba en mantener a Carl a raya o en preparar la cena, estaría perdiendo la cabeza.Ser forzado a lucir y sonar como Rick, fue una pesadilla. ¿Cómo volvería a su propia casa? Pensarían que están locos si intentaran explicarlo. No, tendría que ser paciente y todo volvería a la normalidad pronto.
"¡¿Carl?!" Negan exigió mientras miraba las escaleras. "Vuelve abajo, ahora"
Negan esperaba escuchar una respuesta como esa, no quería venir a ayudar, pero en cambio no escuchó nada. Silencio absoluto. ¿Qué estaba tramando este niño?
Gimió molesto y decidió subir las escaleras para encontrarlo y llevarlo a la cocina ya que no vendría de buena gana.
"Niño, te lo advierto. No sé cómo juega tu padre, pero conmigo, esta actitud no pasará"
Negan se congeló al ver la ventana de la habitación de Judith abierta de par en par. Se apresuró hacia él y miró afuera. Carl no estaba a la vista, pero se había bajado de ese árbol. Con un bebé, podría añadir, que era muy peligroso.
Ese maldito niño. Podía salir y empezar a buscarlos, pero no se sentía preparado para conocer a los alexandrinos mientras se parecía a Rick. Engañar a una persona era fácil. Engañar a toda una comunidad sería más difícil. No se parecía en nada a Rick. Incluso pretender ser él, sería agotador.
Negan se deslizó contra la pared de la habitación de Judith y apoyó la cabeza de Rick entre sus manos. Siempre le había gustado tener el cabello corto y ahora tenía los rizos de Rick. Siempre podría cortarlos, pero sería muy extraño si Rick decidiera hacer tal cosa. Estaría levantando sospechas.
No sabía lo que debía hacer. Había sido demasiado duro con Carl. No estaba planeando lastimarlos de verdad. Sin ellos, aunque no tenía nada en contra de Rick. Si Carl estaba dispuesto a arriesgar a su hermana para sacarla de allí, tenía una opinión diferente sobre los motivos de Negan.
Negan respiró hondo y se puso de pie. Debería ir a buscarlos y llevarlos de vuelta a su casa. Judith era solo una niña pequeña. No debería estar afuera en el frío por su culpa. Solo deseaba poder encontrarlos sin la ayuda de los alexandrinos.