"No volveré a hacerte daño", le prometió Rick a Daryl, que todavía se sentía mal por haberle causado dolor a Rick. Pero no por haberle dado un puñetazo a Negan.
"Lo único que me importa son Carl y Judith", suspiró Daryl porque no podía dejarlos solos con Negan otra vez. "Te quiero de vuelta, Rick", dijo con tristeza.
"Espero que nos invirtamos, en algún momento", suspiró Rick también y le ofreció un abrazo a Daryl a pesar de parecerse a Negan en ese momento.
Vio a Negan mirándolos aunque discretamente y dudó en acercarse en caso de que Daryl lo golpeara nuevamente.
Daryl se concentró en cuidar a Judith y le lanzó a Negan una mirada enojada.
"Subamos un rato", dijo Rick y Negan obedeció mientras lo seguía. Cerró la puerta de su habitación y no sabía cómo había dejado que Rick regresara al Santuario. Quería tanto que se quedara.
"Por favor, no hagas enojar a Daryl", le suplicó Rick, "quiero mi casa y mi nariz en una sola pieza".
"Te extrañé antes... elegiste a Daryl sobre mí", hizo puchero Negan, provocando la risa de Rick.
"Bueno, si lo dejaras en paz, no estaría tan enojado contigo ahora, y con razón, debo agregar. No encarceles a la gente", le dijo Rick.
"¿Qué pasa si evito que arruines mi recinto?" Negan le sonrió a Rick, quien hizo puchero en respuesta.
"No quiero tu recinto, solo para que lo sepas", suspiró Rick profundamente, temiendo tener que regresar. "Dwight también lo ha descubierto".
"Maldita sea", dijo Negan con dolor. Deseaba no hablar de esto con nadie.
Rick lo miró a los ojos que ahora eran azules y decidió ofrecerle un abrazo.
Negan le devolvió el abrazo y se emocionó al ver que Rick confiaba en él a pesar de lo que le hizo.
"Te estaré vigilando", advirtió Rick débilmente mientras estaba emocionado por tener que irse una vez más.
"Lo mismo, Rick", murmuró Negan y antes de darse cuenta, Rick lo estaba besando.
"Hm", soltó Negan y le devolvió el beso.
"Eso es más valioso que cualquier compuesto" Rick le sonrió tímidamente.
Negan sintió que una calidez lo invadía. Sabía que Rick tenía razón.
Se tenían el uno al otro y no había nada más importante que eso.
