¿De Qué Me Hablas?.

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Explicarle a Aliyah que este bebé no era su nueva hermanita o sobrina, fue un poco complicado, pero una vez comenzó el horario para ver sus caricaturas ya no debieron de hablar del tema afortunadamente, Manu no estaba muy contento con que su mamá ...

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Explicarle a Aliyah que este bebé no era su nueva hermanita o sobrina, fue un poco complicado, pero una vez comenzó el horario para ver sus caricaturas ya no debieron de hablar del tema afortunadamente, Manu no estaba muy contento con que su mamá ahora estuviera cargando a alguien más que no fuera él pero envés de un berrinche aplico la ley del hielo, si se la aplico sólo a Altagracia, quien está vez lo dejo pasar pues estaba más ocupada. Ya para la hora de dormir si se acercó a sus hijos, les leyó un cuento, ganaron muchos besos y abrazos, para cuando se quedaron dormidos volvió a la sala.





– ¿Vamos a beber o no?

– Creí que ya no lo haríamos porque hay un bebé en casa — dijo Mónica tirada en el sofá

– No, no, no. La fecha de la boda se acerca, hay que tener todo listo y Luís, no quiero un solo cambio más, hace otro y no nos casamos, último aviso

– ¿Qué vamos hacer con la bebé?

– Esperar a que servicios sociales aparezca, nos aseguramos de que esté bien y listo

– ¿No considerarían adoptarla?

– Un bebé ahora desajusta mucho mi vida — va por la primera botella

– ¿Ya lo hablaron? — encara a su futuro padrastro

– No, aún no

– Entonces... ¿Empezamos por el vino o la champaña? — levanta ambas botellas

– Mi amor, tal vez tú y yo deberíamos de hablar y dejar lo de las bebidas para mañana

– Estoy muy cansada Luís, no quiero hablar hoy, necesito alcoholizarme aunque sea un poquito así que ¿Vino o champaña?





Sin más empezaron por el vino, entre los tres probaron unas cuatro botellas, por supuesto que era una copa por botella, no es como si se hubiera vaciado las cuatro, aunque ese era el plan de Altagracia, como eran vinos diferentes, Mónica se puso alegre muy rápido y dado que mañana tenía trabajo que hacer, se fue a la cama temprano.





– Creo que hasta aquí llegamos amor — tapa la botella

– Luís, hace mucho que no nos sentamos a beber un poco

– Mi vida lo entiendo — sonríe — Pero tenemos una recién nacida en nuestro cuarto

– Está dormida.

– Si pero va a despertar pronto para que le demos su biberón, no podemos confundirlo con una botella de vino

– Bien, por lo menos ya decidimos que vinos se van a servir ¿No?

– Si, eso ya está listo, vamos a la cama

– ¿Dejaremos todo aquí?

– Si, de todos modos las botellas están bien cerradas, anda, vamos a la cama debes estar cansada

Libertad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora