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Después de unas buenas horas en el hospital al fin liberaron la salida de Altagracia, aunque detestaba la idea de tener que ir hasta el coche en silla de ruedas, no le quedó de otra más acceder, no contaba con sus muletas y estaban muy lejos para que José Luís la cargará, aunque tampoco quería eso. Deseaba que le quitaran el estúpido yeso de una buena vez.
– Quita esa cara — la ayuda a quitarse la bata
– Detesto esto, todavía que debo ir en silla de ruedas, estaré en pijama
– Me encargué de eso, Matamoros me trajo un bolso con nuestro cambio de ropa, sabía que te ibas a enojar por seguir en pijama
– Bueno al menos parte de mi dignidad seguirá viva
– ¿Parte? — ríe mientras busca en el bolso
– Deben estar chismeando en los pasillos sobre mí "La Doña se la pasó pendiente del bebé, al parecer si tiene corazón" — rueda los ojos
– ¿Y te parece algo negativo que si lo tengas? — vuelve a reír entregándole el sostén
– No pero ellas no lo están diciendo de manera agradable
– Ignora a las enfermeras y sus chismes — la ayuda a terminar de colocarselo — Ya nos iremos a casa
– ¿Me dejas sentarme unos minutos? Estoy comenzando a marearme un poco
– Es porque aún no comes, te dije que aceptaras el desayuno de aquí
– Pero se veía horrible y eso me dio ascos
Negó levemente mientras la sostenía de los antebrazos para evitar que se dejara caer simplemente, una vez sentada respiró profundo un par de veces y eso fue suficiente para que el mareo pasará más, José Luís la vistió por completo para luego hacer lo mismo.
– Sé que no te gusta pero entre más rápido subas a la silla, más rápido nos iremos
– Está bien — suspira extendiéndole las manos — Vamos a esa estúpida silla
– ¡Esa es la actitud!
– ¿Aliyah sabe algo? — realiza un par de muecas al pasarse a la silla
– Todavía no despierta pero, Mónica está en la casa
– ¿Le avisaron? Ahora no va a dejarme en paz
– Agárrate de la excusa de que no te puedes estresar, lo que no es mentira, tendré que vigilarte más de cerca
– Pero me estreso por el dolor — mueve los hombros para relajarse
– Linda, te estresas hasta porque no tienes un motivo para estresarte — sonríe empujando la silla luego de haber tomado el bolso — De nada va a servir que lo niegues, sabes perfectamente que es así