Bell Cranel: El Último Héroe de la Nueva Era

Arco II: Capítulo 7 - Flecha de Orión / Parte 3

El grupo partió con destino a las Ruinas de Elsos, un rincón muy alejado de Orario y ubicado en los confines del mundo.

El viaje iba a ser realmente largo y algo agotador para los que no estén acostumbrados a viajar, así que teniendo eso en cuenta, debían de parar cada tanto en algún lugar para tomar un descanso.

Mientras se desplazaban, saludaban y ayudaban a algunas personas de pueblos cercanos.

La primera noche de viaje fue tranquilizante hasta el punto en donde acamparon y cada uno ayudó en el labor de armar un campamento improvisado.

Y así se extendió hasta el séptimo día sin muchas complicaciones, todo el viaje fue relajante. Bueno, excepto por el avistamiento de monstruos extraños que nadie pudo identificar. Nadie de ellos realmente conocía o llegó a escuchar de aquellos monstruos negros que nacían y se multiplicaban en huevos, aunque la Diosa Artemis cada vez que veía a los mencionados, se le podía notar que le incomodaba o sabía mucho más de ellos, cosa que Bell junto a Morgan y Vesta se llegaron a dar cuenta, pero decidieron no decir nada por ahora.

También fueron a investigar pueblos cercanos donde se rumorea que rondaban aquellos monstruos extraños, al llegar pudieron ver que estaban varios hogares destruidos, suponían que era obra de esos extraños monstruos con aspecto negro.

Así que vigilaron un poco esa ubicación para asegurarse de que aquellas cosas no destruyen más, desafortunadamente no hubo avistamiento de ningún fenómeno extraño.

Así que dejaron ese pueblo con la mente puesta en acabar de una vez por todas con este problema.

Actualmente estaban de vuelta encima de aquellos dragones que los transportaban, mientras se ponían en marcha hacía el punto en donde estaba la ubicación deseada.

Todo iba extrañamente bien.

Demasiado dirían ellos.

Así que debían de estar alertas.

Durante todo el viaje, Morgan estuvo pensativa mientras trataba de encontrar una manera de salvar a la Diosa Artemis. Ella no entendía por qué Bell quería salvar a una persona que acababa de conocer, pero solo decidió respetar su deseo y no cuestionó mucho más.

Ella ya tenía algunas teorías de que es lo que esta pasando con aquella Diosa en estos momentos. Ella pensaba que tal vez aquella Diosa fue drenada de su poder divino por algún monstruo antiguo y que tal vez ella envió un fragmento suyo a Orario para quedarse a pelear con aquel supuesto monstruo.

Además cada vez que más viajaban y se acercaban a su destino, más podía sentir el poder divino en el ambiente. Cosa que los otros dos Dioses presentes dieron indicios de también notarlo.

Mientras la Reina de Fairy Britain estaba sumergida en sus pensamientos, Jeanne decidió interrumpir sus pensamientos.

Jeanne: Berserker, ¿Hay algo que te este preocupando? - preguntó con un tono preocupado y curioso.

Morgan salió de sus pensamientos y enfocó su mirada hacía el frente para seguir manejando al dragón y que ellas dos no lleguen a desestabilizarse.

Morgan: No, no es nada grave. Es solo que... Estoy buscando una manera de ayudar a aquella Diosa.
Jeanne: ¿Ayudar a aquella Diosa? ¿Te refieres a Artemis?
Morgan: En efecto. Nuestro Master me pidió específicamente que encuentre una manera de hacerlo, y como se esperaba de mí tengo muchas ideas en mente. Aunque claro, estabas acciones tienen muchas posibilidades en terminar en catástrofe, pero es una de las única formas de tal vez salvarla.
Jeanne: No estoy dispuesta a detenerte. Lo que me intriga es, ¿Por qué estás tan preocupada?