Arco I: Capítulo 20 - Resort en el Piso 18

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El grupo de once personas se adentraban dentro del Calabozo teniendo en mente el objetivo de salvar a Bell y a todo su grupo.

Rugidos feroces de repente se convirtieron en gritos dolorosos que retumbaban en todo el Calabozo.

El aire era desgarrado a la mitad por algo largo carmesi-azabache y una espada, seguido de unos papeles que quemaban todo a su alrededor. Sus espadas y la magia de cierta belleza de características de Zorro hacían acto de presencia.

Los movimientos eran profesionales y anormalmente rapidos mientras pasaban al siguiente objetivo, antes de que el sonido de impacto resonara. De vez en cuando los ojos verdes esmeralda, los ojos azules marinos y los ojos color miel sobresalían a través de todo el camino del Calabozo.

A pesar de estar rodeadas de más de veinte monstruos al mismo tiempo, los desgarraron a todos al mismo tiempo en una combinación perfecta.

Morgan: Saber, vienen atrás de ti. Rider, a tu derecha. Caster arriba de ti están naciendo monstruos, con cuidado.

Morgan les daba instrucciones precisas mientras observaba la batalla de ellas tres, mientras ella protegía a los Dioses presentes.

Las tres asintieron y sincronizaron sus ataques para atacar a las amenazas que se presentaban a sus alrededores.

Unos Al-Miraj's fueron golpeados en el pecho cuando fue demasiado lento para responder a su avance. Seis bestias cayeron en menos de un segundo.

Tamamo: P-Perdon Master, no quería hacerte esto, le ruego que me perdoné. ¡¡UUUWAAAAAAAA!! - dijo ella llorando comicamente.
Nero: Pretor a muerto, Dioses llevenme a mi pero no a él. ¡Que cruel es el mundo en que vivimos! - dijo con una gran actuación mientras se aguantaba la risa.
Ushiwakamaru: Mi señor... Realmente lo siento, pero era la única manera de salvarlo... ¡P-Perdoneme por favor! ¡Velare por su alma pura e inocente durante toda mi vida! - dijo lamentándose comicamente mientras partía en dos a un Al-Miraj.

Luego, Morgan con un tic en sus ojos se acercó a las tres y les dio un golpe en la cabeza a cada una.

Tamamo: -sobandose la cabeza- ¡Aitata! ¿¡Oye, que te pasa!?
Nero: -lagrimeando- ¡Ah! ¡Oye, eso duele!
Ushiwakamaru: -algo mareada- ¡Kuah! ¡Tú, bastarda!

Ignorando sus caras con lágrimas de dolor, Morgan solo las miró unos momentos con desaprobación.

Morgan: Dejen de jugar con eso. Aunque esos monstruos se parezcan a él, no es para hacer bromas, ¿Qué son? ¿Acaso son niñas pequeñas?
Tamamo: No, lo siento. Solo por ahora haré lo que ordenes.
Nero: Umu... Eso fue un poco agresivo pero lo entiendo.
Ushiwakamaru: Perdón, creo que me gusta divertirme y me descuide hehehe.

Mientras Morgan regañaba a las tres como si fueran niñas pequeñas, todos los presentes reían ante eso, mientras salían de su sorpresa por ver sus grandes habilidades.

Luego la formación tomo de nuevo el bando y se concentraron en eliminar las amenazas. Los monstruos no eran lo suficientemente rápidos para protegerse de ellas. Hellhounds saltaron a la espalda de Nero que estaba expuesta. Sin embargo, la mujer de vestido carmesí giró elegantemente y golpeó a cada uno con una velocidad desbordante.

Otros dos Al-Miraj's se lanzaron contra la guerrera del Lejano Oriente. Chillando con todas sus fuerzas, ellos tres estaban armados con hachas de piedras, el <Arsenal del Calabozo> de este piso.

La aventurera vio eso, ya que fueron lanzadas directamente hacia ella. Desvío hábilmente con una gran oscilación gravitatoria de su espada de gran filo cortando a los dos monstruos al mismo tiempo, y de repente del que faltaba, unos papeles quemaron mientras daba un grito ahogado el último monstruo en pie.

Bell Cranel: El Último Héroe de la Nueva EraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora