La habitación de Bakugou

6

Kirishima no había mentido al decir que estaba cansado e incluso él se sorprendió de cuánto lo estaba al abrir los ojos y notar que ya estaba oscuro.

Miro el reloj en su celular y noto que eran las 8 de la noche, había dormido demasiado.

Bostezo sentándose sobre su cama y se estiró, sintiendo de inmediato que tenía hambre, no había comido bien en el desayuno y no había comido nada al llegar a los dormitorios, así que era obvio que estaría hambriento.

Decidió que probaría suerte y vería que encontraba en la cocina, aún no era tan tarde, seguro se toparía a alguien por ahí de todos modos.

Salió y se encaminó a su destino bajando por el ascensor con bastante pereza. Apenas se molestó en ponerse unos crocs mientras llevaba el uniforme hecho un desastre al haberse quedado dormido con este puesto, pero daba igual, no había mucha razón para estar presentable de todos modos.

Al salir a la sala noto que efectivamente aún algunos de sus compañeros estaban ahí, entre ellos Ochako, Tsuyu y Mina, que parecían platicar entre ellas. Todoroki que bebía un té y ¿Bakugou?

Kirishima se sorprendió de verlo ahí cambiando los canales del televisor buscando algo para ver cuando usualmente a estas horas ya estaría en su habitación. El chico volteó al escuchar sus pasos y se encontraron mirando nuevamente. Kirishima preguntó "¿Qué haces aquí?", con solo esa cara de sorpresa y confusión y Bakugou se encogió de hombros como diciendo "Nada".

A veces a Kirishima se le ocurría pensar que en realidad Bakugou no decía lo que él pensaba que decía cuando le miraba, porque era bastante desconcertante pensar que de hecho si tenían ese nivel de entendimiento el uno del otro, en esas ocasiones Kirishima solía repetir su pregunta en voz alta.

- ¿Qué haces aquí despierto tan tarde Baku-bro? - se acercó al sillón donde él otro estaba y este volvió a encogerse de hombros antes de responder - Ya te dije que nada pelos de mierda ¿Por qué preguntas otra vez? -

Todoroki quien estaba mirando el intercambio a nada más que ver intervino diciendo - Kirishima en realidad no lo había preguntado Bakugou - antes de dar un trago a su taza con bastante calma.

- ¿Quién mierda te pregunto bastardo? - respondió agresivamente Bakugou a lo que Kiri sonrió- Discúlpalo Todoroki, él suele estar más irritable a estas horas.

- Tu idiota, no tienes por qué darle explicaciones- se quejó Bakugou, pero Todoroki asintió en comprensión.

- Ustedes se entienden muy bien, me gustaría llegar a ser tan buen amigo de Bakugou como tu Kirishima-

- ¡¿Ah?! ¿QUIÉN MIERDA QUIERE SER TU AMIGO MITAD MITAD? - Kirishima tuvo que tomar a Bakugo por el pecho para detenerlo y arrastrarlo hasta la cocina pidiendo disculpas de nuevo a Todoroki para que este dejara al otro en paz.

Al estar solos dentro de la cocina Bakugou chasqueo los dientes molesto, pero no dijo nada más. Kirishima suspiro y le dio la espalda buscando que iba a cenar, decidiendo que podía ignorar un poco al otro en lo que se le bajaba el berrinche. Abrió el refrigerador y encontró el bol que anteriormente habían estado comiendo sus amigos, solo que le pareció curioso que el contenido estuviera casi lleno.

- Te guardé algo para que comieras - dijo Bakugo tras de él - ni siquiera terminaste de comer en la escuela idiota, debes cuidar tu alimentación. -

Kirishima saco el bol lo puso sobre una de las encimeras de la cocina y volteó a ver a Bakugou bastante conmovido, así que se lanzó a abrazarlo con bastante euforia diciendo un - Oh te preocupas por tus amigos, Bakugou eso es tan masculino -

Bakugou tardo un momento en corresponder ese abrazo de una manera más bien escueta, apenas reaccionando a mover un poco los brazos, mientras Kirishima lo aplastaba como un oso sin dejarle espacio a escapar. Igualmente, no se quejó, al menos no por un rato, hasta que sintió que el abrazo había durado demasiado.

- Si bueno ¿Vas a comer? - pregunto, en lugar de apartarlo, después de todo tampoco se sentía mal. Kirishima asintió mirándole con sus enormes ojos rojizos y una sonrisa feliz y radiante, pero no se separó en lo absoluto del abrazo.

Bakugou no le dijo que se quitara.

Quería hacerlo, y al mismo tiempo no. Por alguna razón el rubio pensaba que necesitaba sentir cerca a Kirishima, aún no le sabía bien su actitud de ese día y tenía la sensación de que algo no estaba bien entre ambos, pero a su vez no sabía como abordar el asunto. Por supuesto, eso lo tenía bastante frustrado, y sentirlo cerca le hacía sentir que podía calmarse porque todo estaba bien.

Casi lamento cuando el chico sintió que era suficiente y se separó para ir a comer.

Quedaron en silencio mientras Kirishima comía con bastante apetito, pero aquello no duró mucho.

- Es raro verte despierto a estas horas - dijo Kirishima- deberías ir a dormir, no tienes que esperarme, enserió.

- ¿Quién te está esperando idiota? - respondió Bakugou, pero igualmente no hizo ademán de irse del lugar y solo se quedó ahí mirando como Kiri seguía comiendo.

- Oh, mira que si puedes dormir más tarde y aun así, nunca nos acompañas a una partida de juego entre semana por más que te lo pida - dijo Kirishima de repente a lo que Bakugou chasqueo los dientes.

- Es un fastidio desvelarse por algo tan estúpido -

- Te estás desvelando por verme comer, eso es aún más estúpido - explicó Kirishima a lo que Bakugou le dio un golpe duro en la cabeza, pero con el suficiente tiempo para que este endureciera y no le doliera realmente.

- Eres una molestia - Kirishima rio y pronto ya estaba terminando de comer y lavando el traste. Había estado delicioso, así que incluso agradeció a Bakugou por la comida y ambos se regresaron juntos a sus habitaciones.

Kirishima se sentía más feliz, así que empezó a parlotear sobre cosas sin mucho sentido mientras Bakugou trataba de no quedarse dormido en el elevador, aunque era obvio que no le iba muy bien con ello. Sentía como los párpados se le cerraban y como perdía fuerza en las piernas.

Agradeció mentalmente al llegar a su piso y se despidió de Kirishima enseguida bostezando mientras abría su cuarto y se metía inmediatamente. A Kiri no le molestó, sabía cuán cansado debía estar el otro.