3

494 40 12
                                    

Kirishima realmente creía que el plan de sus amigos era bueno, no creía posible que frente a su puerta Bakugou se negara a dejarlos pasar, pese a todo Bakugou era un tipo bastante considerado a su manera. El único inconveniente era que aún faltaban dos días para que fuera sábado.

Era jueves por la mañana, Present Mic les daba clase de inglés como siempre y Kirishima estaba un poco perdido, como siempre, garabateando cosas en el cuaderno a falta de ganas por poner atención.

Curiosamente, se había encontrado terriblemente interesado por el tema de la habitación de su mejor amigo, y tras pensarlo y pensarlo había notado algunas cosas. Primera, que no entendía como hasta ese momento él no había tenido la oportunidad ni de echar un ojo dentro, Segunda que eso le desanimaba más entre más, lo pensaba ¿Qué acaso no había la suficiente confianza entre ellos?, Tercera, que a pesar de que él no estaba involucrado en la apuesta sobre la habitación de Bakugou se encontraba más interesado por el tema que sus amigos. Él se había encontrado en la extraña necesidad todo el día de volver a hablar de Bakugou y su cuarto, mientras sus amigos parecían haber pasado del tema por completo. Hasta había pensado en contarle a Mina, solo por tener alguien con quien hablar más de ello, pero se había sentido tan tonto hacerlo que al final no lo hizo. Aun así, su mente estaba totalmente ocupada en ello.

- ¡JOVEN KIRISHIMA! ¿PODRÍA CONTINUAR LA LECTURA? -

Grito Present Mic con ese tono animado suyo y Kirishima que estaba perdido en sus pensamientos se irguió mejor en su lugar por el susto. Rebusco entre sus cuadernos del escritorio para dar con el libro. Lo tomo entre sus manos y no supo qué hacer, así que alzó la cabeza y busco la mirada de Bakugou para pedir ayuda. Este al encontrar la expresión de Kirishima giro los ojos, pero con sus manos le señaló la página; cuatro dedos, luego ocho y sus cejas alzadas le dijeron que esa era. La busco rápidamente y al encontrarla volvió a levantar la mirada, no sabiendo por dónde iniciar a leer, párrafo tres, señaló Bakugou con los dedos de nuevo. Kirishima respiro aliviado y comenzó a leer, evitando así que su profesor le regañara por evidentemente no estar prestando atención.

Por supuesto que el profesor se había dado cuenta, pero dejó que Kirishima terminará de leer para luego decir

- Bien, pero ponga atención a la clase joven Kirishima- A lo que el chico había reaccionado con un -¡Sí, señor! - animado y bastante honesto. 

Hizo su mayor esfuerzo por prestar atención el resto de la clase. Juraba que lo había intentado, pero aun así no había entendido nada.

Cuando termino ya estaba agotado, tirado sobre el pupitre con los brazos estirados y sintiendo que definitivamente no le iría bien en esa materia. Lamentando lo decepcionados que estarían sus ancestros de haber dejado su legado en manos de un desastre como él era.

Y hubiera seguido con su drama interno de no ser por un pequeño peso sobre la cabeza que le hizo alzar la mirada. Una botella de agua fría estaba ahí, siendo sostenida por una mano blanca y callosa perteneciente a nadie más que Bakugou Katsuki, quien le miraba sentado en la silla delante de él. 

Aquel no era el lugar que su amigo ocupaba en la clase, por supuesto, pertenecía a otro compañero, pero Baku había elegido ocupar por un momento el pupitre sin permiso solo por los escasos minutos que tardará en llegar el profesor siguiente.

- Toma agua, ayuda a concentrarse -

Fue lo que el rubio dijo cuando sus ojos se causaron. Con seriedad pero en calma. El gesto le hizo mostrar una sonrisa a Kirishima mientras tomaba la botella ofrecida.

- Gracias hombre - dijo antes de abrirla y darle un trago.

- ¿Quieres ayuda con inglés después pelo de mierda? -

La habitación de BakugouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora