˙⟡ capítulo 1: Won't bite ⟡˙

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you look so tasty, but i won't bite really I'm such a good kitty, don't put up fights.

—¿Apenas acabas de levantarte y ya estás haciendo ejercicio?—La vampira pregunta en cuanto ve a su menor trabajando sus piernas con una banda elástica, haciéndola relamer sus labios al ver tan bien formadas piernas, y el sudor en su cuello. Era temprano pero ella ya estaba comiendo unas cuantas frituras.

—No-no entiendo cómo es que eres así de delgada si no haces nada.

—Chupo sangre, es el secreto para ser joven y tener hermoso cuerpo.—La parte más graciosa de admitirle a su menor que era una vampira y consumía sangre era que Ryujin siempre se reía de eso, pensando que era una broma.

—Si, cómo no, ¿Estás segura de que lo haces? Porque yo ya habría sentido que me habías  chupado la sangre.

—Soy sigilosa, cariño.—De verdad Jisoo había intentado chuparle la sangre a su menor cuando dormía, pero ella era alguien difícil. Constantemente se levantaba por pesadillas, le manoteaba, y la peor parte, era sonámbula, dificultando la tarea de la mayor. En todos sus 1700 años de vida jamás había tenido que aguantar el hambre por más de una semana.

—Cómo sea, ¿Harás algo hoy?

—Convivir contigo, ¿Por?

—Mis amigos me invitaron a tomar unas cervezas, ¿Quieres ir?

—¿Ya?—Sentada de cabeza mientras seguía comiendo de sus frituras, haciendo que la otra volteara a verla.

—En la noche.

—Yo no consumo cerveza.

—Pero yo si, yo iré.

Jisoo torció sus ojos. Era viernes, tenía que saciar su sed, así que esperaba que la menor saliera para que ella igual fuera a buscar su presa.
Si tan solo pudiera beber de la menor.

Sus ojos vagaron hasta el cuello de Ryujin, ese exquisito cuello que tenía varias gotas de sudor bajando por el, haciéndolo ver más seductor. En ese instante le gustaría lanzarse a ella para saciarse, pero no podía, no quería espantar a la menor. Recordó esa vez que fueron a una casa del terror y la peliazul solo se aferraba a su cuerpo, cerraba sus ojos, y gritaba por cada cosa que pasara. Estaban en una casa del terror de la familia Adams, hasta el tío Cosa se asustó por los gritos de la menor.

La mayor suspiró, levantándose y siguiendo a la menor por agua a la cocina.

Todos los días era así, su extraña convivencia. La vampira no se quejaba, poder estar en un apartamento donde ambas se dividan los gastos, ambas lavaban el baño y se turnaban para hacerlo, no tener que gastar sus ahorros de vida (literal) y poder aprender más de los humanos de esa época.

Los humanos que jamás entendió fueron los de la época victoriana, ¿Tardaban arreglándose por más de ocho horas, sólo por una peluca? Jisoo volvió a torcer sus ojos al recordar que la menor igual tardaba una eternidad arreglándose.

—¿Dónde es?

—En un bar.

—Wow, no sabía que en un bar servían cervezas y que los jóvenes se iban a reunir ahí, Ryujin, no sabía.—Vio a su amiga torcer sus ojos, y después analizó la situación.—Eres menor de edad, no puedes beber.

—Mañana cumplo años.

—Pero no hoy, ¿Eso qué?

—Muchos bares le dan alcohol a cualquiera.

La pelinegra frunció sus labios, una Ryujin borracha, sola, desamparada, llorando, ahogada con su vomito vino a su mente. Podía aguantar esa sed, tenía que cuidar a la menor, ya que jamás había estado borracha. Recordó la primera vez que tomó alcohol hace mil años y no fue nada lindo. Si no fuera por su inmortalidad ella habría muerto por el dolor de cabeza al día siguiente. Miró a su mejor amiga, le sonrió y después habló.

—Iré a beber contigo.

—¡Yey!

—Joder, que pesada eres

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—Joder, que pesada eres. —Tal vez fue mala decisión haber ido con la menor, aunque no tanto. Encontró una chica en el bar que después de una sesión de besos, finalmente pudo saciar su sed.—¿Por qué tomaste tanto?

—Poqueee, mi memjor amimga estamba conmigu. —Sus labios finalizando con la u, y después alzó una sonrisa a la mayor, que torció sus ojos.—¿Po qué me vems feuuu?

—Torcer mis ojos cada vez que te pienso o veo es mi habilidad.—La tiró a su cama, quitándole los zapatos cuando pudo. Una Ryujin riendo sonoramete y torpe.

—Duemrme conmigu.

—No, me vomitas.

—No tem vomitu.

—Si lo harías, cielitu.—Un leve ronquido, y la mayor vio toda la habitación nerviosa. ¿Ryujin ya habría dormido? Alzó una sonrisa, y con precaución se acercó al cuello de la menor, sacando sus colmillos. Había esperado tanto para ese momento, pero unos brazos en su cadera la hicieron tropezar, y luego sintió que la menor la estaba abrazando.

—No en lam primemra cimta.

—No en lam primemra cimta

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Living with a vampire || Jinlia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora