Van a leer diferentes relatos eroticos que tenia en borrador y decidí ponerlos aquí.Este relato los narran los dos mejores amigos, la chica y el chico.
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Gabriel
Una noche fría, lluviosa y a oscura invité a mi amiga a casa, una chica de cabello hermoso, ojos color miel, cintura candente y senos perfectos, a tener una rica velada. Cabe destacar que tengo novia, pero estamos enojados y tenemos una semana sin hablarnos, y la verdad no soporto sus berrinches, sin embargo la quiero.
Yo con mente sucia y perversa solo busqué esa excusa para luego tener sexo violento en una habitación amplia y cómoda aprovechando la situación de estar solos.
Cuando ella vino, me iluminó la noche con su presencia y pasamos un rico momento charlando y escuchando musica. Pero después de tanto charlar y pensar cosas sucias mientras Anny me hablaba, decidí besarla de forma apasionada mientras metía mi mano debajo del vestido ajustado que traía puesto haciéndola entrar en calor. Toqué su clítoris y una sensación me arropó haciendo que al instante mi miembro se pusiera erecto por completo.
Moví frenéticamente mis dedos sobre su clítoris y labios vaginales, logrando que ella mojase al instante.—¡Oh papi si, así!
Sus gemidos eran la gloria pura. Ninguno pudimos soportar, así que la llevé a mi habitación, directo a mi cama; retiré su vestido y admiré su piel tan limpia y cálida. Retiré mi polo y bajé mi pantalón quedando en bóxer. Tomé su mano y la llevé directo a mi paquete, donde ella pudo sentir la dureza de mi pene de 18 cm deseando romper mi pantalón y perforar sus paredes rosadas.
La desnudé mientras la besaba y rompí su ropa interior con mis dientes, no la dejé hacer nada. Le susurré al oído: serás mía, y le pedí cerrar los ojos. Bese su cuello mientras mi mano derecha tocaba su vagina. Le chupé las tetas de forma rica y bien húmeda, luego bajé por todo su ombligo lentamente hasta llegar a su conchita, besé sus mulos y la miré, ví que tenía los ojos abiertos y pude notar que quería que lamiera su clitoris.
Lo hice mientras metía mi dedo pulgar en su boca. Ella gemía desesperada, la tenía tan excitada para mi. Mi lengua se movió tan deliciosamente sobre ese clítoris ya hinchado de placer. Gritó y me tomó del pelo avisando que pronto llegaría, y la penetré con dos dedos mientras movía mi lengua si control en su coñito. Después de haberla dejado temblando y venida, la giré y la penetré de forma violenta, golpeando sus glúteos de forma ruda, sentí como el flujo de su vagina se deslizaba sobre mi Gordo pene. la penetré una y otra y otra vez mientras las escuchaba gritar mi nombre y decir que no pare. Hasta que se vino, mojó todo mi pecho pero aun así no paré de penetrarla. Le llené las tetas y boca de semen.
Miré sus ojos nuevamente mientras me preparaba para una segunda aventura, la penetré de una forma tan apasionada que sus piernas temblaron, seguí penetrándola por rato hasta conseguir tres orgasmos más, después de tanto conseguimos el mío y deposité mi semen en su caliente vagina acabando con mi calentura y dejando a mi novia en un estado de placer intenso, sus senos y boca tenían mi semen, sus muslos estaban llenos de su flujo vaginal que salió del placer que causé.
De su vagina salía semen, tenía un rojo intenso por el rose de mi pene y respiraba de forma desesperada. Yo en cambio tenía el cuerpo bañado en sudor; mi respiración ya no era normal. Mi pecho estaba lleno de su flujo, mi pene bien húmedo e hinchado, y fue ahi cuando me di cuenta de lo que era tener sexo cargado de placer y con dos cuerpos conectados.
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Anny
Respiraba agitada mirando su perfecto cuerpo. Adoraba esos vellos en su pecho, su abdomen, sus ojos mieles. Sonreí estúpidamente y enamorada de él, de mi mejor amigo, a pesar de tener una novia que no soporto y siempre me trata mal, igual me vale mierda, me lo cogí y descogidas no hay. Cuando lo tenga cerca se me hace difícil controlar mis hormonas. Es el tipo de hombre capaz de sacarte más de un suspiro y más de un orgasmo.
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Infieles
Historia CortaA veces te puedes más las ganas, que el respeto. Estos relatos son exclusivos para mentes débiles en buscas de expandir sus ideales con respecto a una relación que crees que es verdadera, pero que no es.