Infieles

El sugar Daddy

Yo tengo un sugar daddy, o sea, un jodido viejo que me da dinero y me ayuda en lo que necesito. Pero ah, bueno, no es de esos sugar que salen en los libros o el tal modelo canoso que está para chuparse los dedos. De hecho este es refeo, cara de indio, aborto de rata. En fin, un jodido viejo realista, que lo único bueno  que tiene es dinero.

Yo aún no le daba mi panochita, y pues tampoco pensaba dársela porque le dije que yo era una chica virgen y de la iglesia. Si, bien puritana.

Yo en cambio era todo para él. Hermosa, claro. Ojos mieles, cabello extremadamente largos (por las extensiones nuevas que me regaló) cuerpo de muñeca, o sirena, claro. Porque también me pagó una cirugía.
Yo a mi veinte años lucia estupenda.

Un día salí para donde mamá, ya que yo no vivía con ella porque mi sugar me había mudado en un apartamento de lujo. Entonces cuando me bajé de mi auto, un maldito idiota chocó con él.

Lo maldeci bastante, hasta que se levantó y mi boca se cerró. Verga, allí había un modelazo que si era sacado de revista, pero por su chafa se veía pobre. Un chico alto, peinado hacía arriba. Ojos negros, nariz fina.  Lucia una camiseta sucia de aceite de carro, y estaba con sus manos sucias. Llevaba un pantalón degatado y una botas que daban pena ajena.

Pero joder, estaba guenisimo.

Con verlo tuve como tres infarto vaginales más una ola de cosquilleo intenso. Él me pidió disculpa y yo como soy bien fresa, lo humille pero bien caliente que yo estaba.

Me fui a la casa de mamá y platiqué con ella. Después de salir el mismo chico me esperaba apoyado de mi auto. Le peleé diciendo que alejara su mugroso cuerpo de ahí. Él me tomó de la cintura y me calmó, me dijo que yo era lo más hermoso que había visto.

Obvio que no caí. me fui, pero tenía más motivos para volver. Mientras iba siempre lo veía como un mecánico. Y un día fui con mi auto y le pedí que lo revisara. No dejaba de mirarlo, era perfecto. Lo peor es que se llamaba Luis, y tengo entendido que todos los Luis son pobres y locos.  Ah incluyendo los Francisco.

Después de que revisara mi auto, sentía la necesidad de dejarme seducir, pero no en ese momento. Cuando estuve con él fue una semana después, que me detuve en su trabajo en medio de una lluvia. Él estaba solo, y cuando me vió me besó y dejé que lo hiciera. Cerró el negocio, me cargó y me apoyó de un auto que había allí. Tuvimos sexo salvaje, de esos que te sacan hasta el aliento. 

Ese hombre me había enamorado por completo, tanto fue así, que yo me convertí en la sugar Mami y le empezaba a regalar de todo, a consentirlo para tenerlo conmigo. Lo llevaba de paseo y todo eso.

Pero un día se me cayó el telón, pues mi viejo ya quería cobrarse todo, y no había excusa válidas, tuve que entregarme al vejete para que siguiera dándome dinero. Después de un tiempo yo ya tenia como un rey a mi chico, y un día mi viejo me descubrió besándome con él, me quitó todo, me dejó sin nada. Ya que mi chico tenia mucho de mi y dinero suficiente fui a donde él para que me ayudara también, pero lo encontré con otra chica y aparte me dijo que ya no quería seguir conmigo.

Y así fue como quedé, sin nada. Volviendo a donde mi madre, trabajando de mesera, y bueno, buscando el amor que nunca llegaría.