SOY HEFESTO...! ahora que?

capitulo 29.

Narrador: hefesto estaba recostado en su cama en el templo de hecate estaba de algo decaído pues ese era su último día en el inframundo estaba en parte feliz pues volvería a ver a sus madres pero extrañaría a los amigos que había echo ahí sobre todo a tanatos.

Hefesto siguio pensando en todo lo que pasaría mañana volvería a su hogar pero... también dejaría otro parecía exagerado pero el inframundo era un lugar con el que se había familiarizado.

Siguio hundido en sus pensamientos pero una voz lo sacó de estos.

???: hefesto~ -llamo una voz femenina que el conocía muy bien-

Hefesto vio hacia donde probenia la voz encontrándose con tanatos sorprendiendose un poco de encontrarla ahí.

Hefesto: tanatos... que haces en mi cuarto? -pregunto confundido-

Tanatos: no estoy sola -dijo con una sonrisa-

Morfeo salió de las sombras detrás de tanatos a diferencia de esta que tenía un semblante calmado estaba sonrojad y parecía nerviosa.

Hefesto estaba confundido... muy confundido se sentó al borde de la cama, tanatos se acercó y se sentó en las piernas de este.

Tanatos: me dijiste que este es tu último día en el inframundo... queremos darte un regalo de despedida -dijo con una sonrisa-

Hefesto se sorprendió bastante tanatos le había contado lo del harem y que morfeo estaría en el así que... destino... suponía el.

Y luego de pensárselo mucho dio la respuesta que decidiría todo...

Hefesto: bien -dijo con simpleza-

Tanatos hizo desaparecer de un chasquido su ropa quedando completamente desnudo.

Tanatos: morfeo~ quitátelo tu también~ -le pidió a la diosa-

Morfeo dudo pero finalmente se Quito su vestido revelando unos pechos copa F y se acerco a hefesto.

Morfeo: te... gusta? -pregunto avergonzada-

Hefesto: mucho -dijo sin vacilar-

Morfeo se sentó al lado de hefesto y este la tomó de la barbilla acercando la para un beso mientras tanatos miraba con una sonrisa.

Tanatos: te dejaré ir primero yo ya pude probarlo -dijo a lo que morfeo asintió-

Tanatos se levantó del regazo de hefesto y morfeo se acosto en la cama y separó las piernas mostrando su mojada vagina.

Hefesto se acercó y metió sus dedos en la vagina de la diosa la cual empezó a soltar gemidos y miró a hefesto con ojos suplicantes.

Tanatos: ya hefesto deja de molestarla -dijo la diosa mientras lo abrazaba por la espalda-

Hefesto: bueno -dijo con simpleza-

Hefesto saco su mano del interior de la diosa y alineó su virilidad en la vagina de esta luego miro a la diosa la cual solo asintió.

Hefesto entró de una dentro de ella. La diosa soltó un grito entre dolor y placer preocupando a hefesto el cual notó un líquido dorado saliendo de la diosa.

Hefesto: oh rayos! Eres virgen lo siento! -dijo preocupado pero morfeo lo callo-

Morfeo: n-no hay problema mientras seas tu esta bien -dijo recuperando el aliento-

Hefesto se calmó para luego empezar a entrar y salir lentamente de la diosa la cual solto gemidos mientras este aceleraba poco a poco el ritmo.

Hefesto se centró en los labios de esta de los cuales salían sin parar gemidos y luego estrelló sus labios en los de esta suprimiendo sus gemidos.

Hefesto la besó mientras entraba y salía de esta y finalmente se corrió y luego salió de la diosa.

Morfeo: eso... fue... increíble... -dijo la diosa sin aire-

Tanatos: verdad? -dijo con dulzura- ahora me toca

Tanatos movió con delicadeza a morfeo y abrió las piernas frente a hefesto.

Tanatos: estoy lista~ -le dijo seductora a hefesto-

Hefesro entró de una en su diosa de la muerte y luego pegó sus labios a los suyos mientras esta gemía en un su boca morfeo miraba todo masajeando uno de sus pechos.

Hefesto finalmente se corrió dentro de la diosa de la muerte y luego salió de ella y se acostó en la cama.

Las dos diosas lo abrazaron y los tres se quedaron dormidos pero...

En otra habitación del lugar hecate estaba acostada en su cama con los brazos cruzados y una mirada furiosa en su cara.

Hecate: son... son... unas-! -y así comenzó a soltar los peores insultos que te puedas imaginar desde "coño" hasta "hijueputa"-

Mientras que en otra habitación asteria parecía más calmada que su hija y analizaba poco a poco lo que escucho.
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