"and there's no way
that i'll end up being
with you, but friends
don't look friends..."
Meissa Lyra Black Malfoy, hija de Sirius Black y Danielle Malfoy, prima de Lucius Malfoy.
Harry James Potter Evans, hijo de James Potter y Lily Evans.
Ambos hijo...
—¡Mamá, Cyrus está molestándonos a mi y a Mads de nuevo!
Bueno, la casa Black-Malfoy solía ser un desastre cuando se daban a cabo las reuniones familiares.
—¡SIRIUS ORION BLACK, BAJA EN ESTE MOMENTO Y AYÚDAME A CONTROLAR A TUS HIJOS!— gritó la matriarca haciendo que el merodeador corriera escaleras abajo.
—¿Si, mi amor?— preguntó inocentemente el mayor Black haciendo reír a sus hijos y ahijada.
—¿Qué te he dicho de dejar a los niños solos, Orion?— cuestionó Danielle en respuesta. Sirius, al ver que colocaba sus manos en la cadera, abrió grandemente los ojos.
—No volveré a dejar solos a los niños, Dani. Lo siento.— dijo él abrazando a su esposa, quien no dudó en corresponder el abrazo.
—Debemos apresurarnos, ya James y Lily deben venir en camino.
—¿¡Viene Harry!?— preguntó emocionada Meissa.
—¡Já! ¡Lo sabía!— dijo Cyrus emocionado, señalando a su hermana.— ¡Te gusta Harry!
—Te recuerdo que Mei y Harry...¡TIENEN SOLO 7 AÑOS, CABEZA DE TROLL!— regañó Olivia a Cyrus.
—¡A mi no me gusta Harry!— gritó enfurecida Lyra, mientras que sus padres la observaban con una ceja alzada, divertidos.
—Oh, si tan sólo supieran...— le susurró Sirius a Danielle.
—¡Harry!
—¡Lyls!
—Por Merlín, se aman.— dijo Lily sorprendida al ver como su hijo y la menor Black se abrazaban y luego se tomaban de la mano para correr al patio de la familia anfitriona.
—¡Me parece que alguien perderá una apuestaa!— dijo Danielle mientras abrazaba a Lily por los hombros, y apoyaba una mano en su estómago ya hinchado por el embarazo. Si, Lily estaba embarazada de nuevo, de una niña.
—Serán unos buenos galeones para aprovechar.— afirmó James.
La tarde avanzó con tranquilidad, mientras comían y contaban algunas anécdotas de sus años en Hogwarts; podrían repetirlas una y otra vez y jamás se cansarían. Sin embargo, los que se cansaron fueron Cyrus y Harry, quiénes, luego de jugar por más de 4 horas, cayeron dormidos en el sofá de la sala.
—Harry es lindo.— le dijo Meissa a Lily, que acomodaba un poco la manta que cubría a su primogénito.
Lily, enternecida, preguntó:—¿Ah, si? Pues, yo pienso lo mismo.
—Se ve que cuando sea grande va a tener a miles de niñas atrás.— murmuró Mei, con los ojos entrecerrados, como si le molestara.
—Puede ser. Aunque para eso falta mucho tiempo, Lyls.— dijo la mayor, acariciando la mejilla de la pequeña.
—Si... Espero que cuando Hazz tenga novias no se olvide de mi.
—No lo hará, cielo. Tu eres su mejor amiga y te adora— afirmó Lily, cuando vio como la mirada de la niña se entristecía.—. Ya verás que el destino tiene cosas muy lindas preparadas para ustedes dos.
—Gracias, tía Lily.— agradeció la menor abrazando a la pelirroja.
Oh, Lily tenía mucha razón, Harry y Meissa estaban destinados. Eso estaba muy claro.
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