XXI -

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Salí de mi casa y caminé a mi auto para subirme pero alguien se me acercó algo preocupado, era Taehyung.

-Buenos días bonito....

Habló un poco coqueto, suspiré y fingí una sonrisa volteandolo a ver.

- Sabes algo de Namjoon?

Preguntó, pensé que si preguntaría por alguien sería por su esposo pero realmente no me sorprendía viniendo de ese idiota.

-No, después de que me fui no lo volví a ver, por qué?

Pregunté sacando mi llaves.

-No responde mis mensajes y llamadas...

Habló preocupado.

-Otro que no aparece es mi esposo, de el sabes algo?

Asentí mientras lo veía.

-Está dándose una ducha en el baño de mi habitación

Sonreí, aquel cambió su rostro a uno serio, podía ver de reojo como cerraba su mano formando un puño.

-Ayer llegó y se quedó a dormir en mi sofá

Traté de explicarle.

-Tú sabes algo sobre la herida de su labio?

Pregunté ladeando la cabeza un poco y mis expresiones fueron neutrales después de la pregunta, noté que su posición había cambiado y su ceño fruncido desapareció, el muy cobarde negó.

-No... El te dijo algo?

Preguntó mientras veía un poco sus nudillos, había una clara diferencia entre los de su mano izquierda y derecha, ante lo preguntado no iba a decirle la verdad, era algo que Jin me había hecho prometer.

-Por algo te pregunto si sabes

Respondí sin saber que el mayor estaba observando todo desde la ventana de mi habitación algo escondido por las cortinas.

-Claro... No te molesto más, ambos debemos de ir al trabajo

Asentí sonriendo.

-Adiós....

Se despidió con un tono coqueto antes de guiñarme el ojo para así darse la vuelta y caminar hacia su auto, miré hacia la ventana viendo el rostro del otro y encogí el hombro para así entrar a mi auto.

Suspiré antes de encender el vehículo y empecé a conducir hacia mi trabajo donde recibí la inesperada noticia de que me haría cargo del caso de Jimin, al jefe le pareció buena idea ya que era amigo de él.

Me senté en el escritorio de mi oficina al leer el expediente, pude ver que no tenían más pruebas que la declaración de aquel guardia de seguridad que lo dejé inconciente y la gota de sangre en la almohada.

Mientras pensaba en como desviar el caso mi puerta fue tocada con algo de prisa.

-Pase

Grité mientras seguía leyendo el expediente.

-Lo autorizaron!

Sonrió mientras se sentaba al frente.

-Qué fue autorizado?

Pregunté mientras seguía viendo aquello.

-El caso de Jung, me autorizaron retomarlo

Dejé los papeles encima y levanté la vista para verlo.

-Enserio?

Me acomodé en la silla y me acerqué más para escucharlo.

-La hermana mayor del chico declaró, al parecer encontró algunas cosas de su hermano que habían quedado intactas, por problemas no pudo revisarlas hasta ayer donde encontró su diario, ahí relata los malos tratos que recibía en la escuela

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