Todo el día en la empresa de su padre. La empresa que a él mismo le habían prometido que a futuro pasaría a sus manos -lo que no sabia si es que eso debia hacerlo feliz por completo-, como la tradición Encantadora lo dictaba.
Estaba muerto en vida, porque aunque anduviera de pie, su cabeza le exigía tirarse al frio suelo y simplemente dormir.
Y esa determinó que seria su misión cuando a pocos metros vio la puerta de su casa.
El cielo está oscuro, muy oscuro. Parecía que caería una gran tormenta, si es que en una parte de la ciudad no estaba cayendo más. Y eso solo aumentaba sus ganas de entrar a su cuarto y recostarse cómodamente en su cama con sus sábanas de seda.
Estacionó el auto justo cuando las primeras gotas comenzaron a caer, no le iba a tomar importancia hasta que notó como esas pequeñas pringas se convertían en gotas gruesas y caían cada vez en mayor cantidad. Hizó un esfuerzo extra y corrió al porche de su casa justo a tiempo de que la pequeña lluvia se convirtiera en lo que sería: Una gran tormenta.
Suspiró y justo cuando iba a cerrar con suavidad la puerta para que su hermana no lo interrumpiera, escuchó una voz -lastimosamente para él- conocida:
—¿Darling? ¿Eres tú? ¿Regresaste ya?
"Oh Dios, ella no." suplicó. Pero para su buena o mala suerte, si era ella: Rosabella, la mejor amiga de su hermana, un amor ante sus padres y una molestia andante.
Suspiró pesadamente esta vez y se preguntó cómo es que lo había escuchado ¿Tenía tan buen oído?
Con mucho pero en serio, mucho cuidado caminó lo más sigiloso que pudo ¡Incluso llegó a la escalera! Y quizás fue su celebración interna antes de tiempo o algún karma que debía, que al dar en paso para subir el primer escalón este se rompió.
Maldijo tanto al escalón, a la escalera y a su suerte.
Su memoria lo traicionó recordando la advertencia hecha por su hermano esa misma mañana antes de ir a la empresa por su "pasantía" -que no era más que una farsa para tenerlo controlado por parte de su padre-. Dexter había dicho:
Dare, ten cuidado con el primer escalón. Esta dañado, ya le dije a Darling que llamé para que lo arreglen; pero ya sabes como es todo se le olvida. Por si acaso, ten cuidado ¡Me voy, se me hace muy tarde!
¡Joder, Darling!
—Darlin- ¡Oh! —y volvió a maldecir al sentir su mirada fijada a su espalda. Giró y la vio.
Tenía el cabello completamente suelto, con solo las gafas y un par de argollas pequeñas como accesorios en toda su cabeza.
También usaba una extraña especie de pijama de camiseta y short junto con unas pantuflas con pompones que solo le recordaron a Tinkerbell. Eso le resultó raro porque estaba acostumbrado a verla con jeans, blusas y zapatillas.
—Rosabella —forzó una sonrisa en forma de saludo. Ella no le caía bien y no tenía porque ocultarselo.
—Daring —respondió de la misma manera.
Y así era siempre: "Rosabella" "Daring" un asentimiento de cabeza y evitarse lo más posible.
—Creí que eras Darling, lo siento —él asintió—. Bueno amm gusto verte. —No espero ninguna respuesta de su parte y se giró rumbo a la sala de donde había salido.
No negaba que era linda, pero obviamente no era su tipo.
Pero verla de esa manera tan despreocupada... no, verla de una forma tan inusual, tan reservada le provocó curiosidad. Y fue entonces cuando se preguntó ¿Qué tan diferente sería la vida como verdadera realeza?
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Justo donde me dejaste
FanfictionEncontrar una canción que te identifique puede ser tan difícil como enamorarte. Por suerte ambos eran swiftie, y para un swiftie no hay casi nada imposible, ¿No? Rosabella y Daring inician como agua y aceite, pero ambos tienen algo en común: Buen gu...