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Los invitados estaban siendo recibidos por Macao. Hace unos días acompañó a su hermano y a Pete a firmar los papales de matrimonio y, hoy, era el día de la celebración donde se presentarían oficialmente como esposos ante sus conocidos y familiares.

Era una sorpresa. Solo ellos tres sabían el motivo, en la invitación especificaron que sería una cena formal para pasar un momento amistoso. Pete fue el primero en aparecer con una sonrisa, le siguió Vegas, quien ni siquiera volteó a ver a los invitados, iba encantado detrás de Pete, su esposo parecía un verdadero ángel. Ambos vestían unos hermosos y cómodos trajes blancos hechos a medida. Fueron hasta la gran mesa, sus ubicaciones estaban en uno de los extremos, inmediatamente toda la atención estaba sobre ellos.

—Esto te va a encantar —murmuró Macao a Tankhun, quien estaba al lado esperando el verdadero motivo de aquella cena.

El primero en tomar la palabra fue Vegas, quien no pudo evitar sonreír mientras miraba el rostro angelical de su precioso esposo. —Muchas gracias por estar presente aquí el día de hoy. Les queremos dar la bienvenida a nuestra pequeña cena y fiesta de bodas.

Los murmullos y gritos de asombro no tardaron en oírse. Los invitados, entre ellos guardaespaldas de ambas familias, no tardaron el levantarse con asombro y emoción para darles las felicitaciones a los novios. Tankhun fue el último en ir a abrazar a Pete y mirar con recelo a su primo. Ya se le había hecho costumbre, estaba feliz por ambos, pero su mirada hacia Vegas no cambiaba.

—Casi dos años, Khun. Ya deberías superarlo — mencionó Vegas mientras intentaba separarlo de Pete—. Lo vas a asfixiar.

— Me lo quieres quitar nuevamente. ¡Oh por Dios, no puedo creer que ya estén casados! Estoy seguro de que lo engañaste para que firmara.

—No fue así... desde que estamos juntos me ha dado muchos motivos para querer pasar una vida a su lado. —Pete se separó con lentitud de aquel abrazo para sonreírle a su amigo.

—¿Cuáles motivos? Ahora serán dos mansiones y tres autos si te divorcias. —Pol no tardó en aparecer con la intensión de llevarse a su jefe y también novio hasta su asiento.

—Muchos motivos. Vegas es una gran persona. Lo amo.

—Tres mansiones.

—Sigo aquí, Tankhun. Hay muchos motivos, también amo a Pete. Me prometí a mí mismo ser una mejor persona por él. Somos una familia ahora. Y también hay otros motivos que no puedo mencionar aquí, pero que Pete siente muy bien —agregó Vegas con una sonrisa.

—No entendí eso, pero si salió de tu boca debe ser algo grosero. —Pol rio detrás de él y lo tomó por la cadera para llevárselo hasta su lugar nuevamente, de paso le explicaría aquella frase, teniendo en cuenta de que las consecuencias puede ser otra escena dramáticas que solo su novio sabe hacer.

—¿En verdad dijiste eso? —tenía en claro de que no había nada falso en lo que dijo, pero le rogaba a todos los dioses que ningún invitado más haya oído aquello—. Te amo aunque seas un sinvergüenza, Vegas.

—Te amo aunque me hagas salir a las tres de la mañana por comida, Pete.

—Vas porque te gustan las recompensas que te doy —acusó, abrazándolo con cariño.

—En parte sí, pero siempre ha sido porque me gusta ver esa sonrisa en tu rostro. Sí, exactamente, de esa sonrisa hablo —una vez más Vegas había caído en cuenta en que aquel chico se había convertido en la persona más importante de su vida, junto a Macao, su hermano.

Él mataría, moriría y viviría por ellos.

Los labios de Pete sobre los suyos era una de sus sensaciones favoritas. En definitiva, amaba todo lo que hiciera su chico. Y haría lo que fuera por él. Nadie de los presentes conocía su historia a fondo, la mayoría solamente se fijaba en lo malo, en específico, él era el malo para el resto, pero le importaba una mierda, porque ni siquiera deberían estar comentando sobre una relación que no fuera suya.

La opinión de Pete era la única que le interesaba y podía afectarle.

Nadie entendería jamás su amor. Vegas y Pete se amaban con locura. Un amor sólido, inquebrantable y apasionado.

—Antes que nada, me gustaría decir algunas palabras —mientras Pete se acomodaba en su asiento, Vegas estaba listo para comenzar con su discurso—, sé que no todos comparten felicidad al cien por ciento por la noticia que les acabamos de dar. Para ser sincero, también sé que la mitad de ustedes está aquí por Pete y no por mí, o por nosotros. Y la verdad no me importa en lo más mínimo. Aunque si mi esposo decidió invitarlos es porque los aprecia, entonces, no quiero llevarme mal con personas que él considera importante y quiere mantener presente en su vida.

Todos estaban pendiente a sus palabras. Los únicos que no estaban sorprendidos por su forma de expresarse eran las personas más cercanas a él, como sus primos y algunos de los guardaespaldas de ambas familias. No conocían toda la historia, solo lo que les contaron a su conveniencia, así que, los apoyaban.

—Con seguridad puedo decir que todos saben del enfrentamiento de hace un tiempo atrás, el cual le dio muerte a mi padre, aquel hecho cambió drásticamente la imagen que tenían de mí. De seguro después de procesar la información y darse cuenta de que yo era el esposo de Pete lo primero que pensaron es que cómo una persona tan buena como él está conmigo. —Agregó Vegas, analizando el rostro de cada uno de los presentes—. Y, bueno, les aviso que esa imagen que ahora tienen de mí no es errónea. Puedo ser un monstruo o la mierda que piensen, pero no con Pete. Lo amo más que a mi propia vida, por ende, daría lo que fuera por él, al igual que por Macao. Así que, mientras no hagan algo que les afecte a alguno de los dos, todos nosotros podemos ser buenos... conocidos.

Todo transcurrió de forma más tranquila posible, incluso Kim terminó cantando algunas de sus canciones para suavizar el ambiente, al menos era tranquilo hasta que Pete dejó la música a cargo de Tankhun.

De repente la celebración de bodas se convirtió en una noche de karaoke, Vegas no objetó, porque Pete se estaba divirtiendo cantando canciones y bailando de una forma divertida. Una que otra canción se la dedicaba a él, en especial las de romance.

Tenía un nuevo recuerdo en su mente que no quería olvidar jamás.

Viaje Familiar ; Familia MenorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora