Capitulo 7

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Estoy preparada para otro día de jornada laboral.
Ayer cuando salí del trabajo le conté a Dacil todo sobre el chico extranjero. Después de avasallarme a preguntas como ¿era guapo?, ¿tiene novia?, y ¿Porque esta en nuestra isla?, me despedí de ella.
No le conté que hoy lo volvería a ver. No quería que nadie se enterase, no era un secreto, pero no quería estar dando explicaciones.

Aparco mi vespa por fuera de la librería, y veo como Isabel me saluda desde dentro. Le respondo también con un gesto con la mano y coloco el casco debajo del asiento.
Me paso las manos por el cabello, dándole un poco de forma, me lo aliso con los dedos y me doy por satisfecha cuando me miro por el espejo de la moto.
Hoy hace un calor espantoso, pero seguro que después de el mediodía se refresca.
Al entrar por la librería noto el frescor del aire acondicionado, y me dirijo a la parte trasera donde se encuentra Isabel.
Lo primero que veo es una montaña de libros inclinarse hacia mi.

- ¡Isabel!, no seas bruta y pide ayuda.-

Enseguida le saco buena parte de los libros de sus manos y puedo ver a Isa con la cara sonrojada del esfuerzo.

- Lo siento querida, pero han llegado hoy y quería colocarlos todos en las estanterías antes de que entrarán clientes.

Los dejo a un lado, encima de una mesa, y le quito la otra parte de libros que aún sostiene Isa.

- Isa, el médico te ha dicho que no hagas esfuerzos y tu sin embargo no le haces caso, yo los colocaré, no te preocupes.

Le doy un fuerte abrazo a la anciana, y ella me responde con uno más fuerte.

- No se que haría yo sin ti, por cierto, hace un rato se ha pasado por aquí aquel chico tan guapo de ayer, te estaba buscando- me dice con una sonrisilla traviesa en su cara, formándose unas arrugitas alrededor de sus ojos.

- Esto.. Si, seguro que era para buscar un mapa de la zona que ayer le dije-

Isa me mira ahora sería, con sus ojos achicados y un dedo apuntando hacia mi.

- Tu a mi no me engañas señorita, además, me dijo que habían quedado, que tenían una cita-

- ¿Cita? De eso nada, solo le voy a enseñar la isla,- Le digo un poco malhumorada.

-¡Aja! Te pillé, a si que hoy vas a enseñarle la isla al extranjero ehh...- me dice levantando las cejas.

- A ti no se te puede ocultar nada, vale, si, nos veremos hoy, pero solo seré su guía, nada más, y porfavor Isa, esto que quede entre tu y yo, no quiero que se extienda el rumor y la gente piense cosas que no son-

- Mi niña, seré una tumba- me lo dijo asiendo la señal de cerrarse la boca cómo si de una cremallera de tratase.

- Gracias Isa, eres la mejor- le doy un beso en la mejilla- y ahora, voy a ponerme a trabajar, que si no mi jefa me va a decir que soy una vaga y que no hago nada.- le digo giñandole un ojo y cojiendo bastantes de los libros de encima de la mesa.

Miro hacia el reloj de la pared, faltan 15 minutos para terminar la jornada, Isabel hace una hora que se fue a la iglesia, según ella hiba a rezar por mi, para que mantenga mi mente fría al estar con el extranjero.

Cierro el local con la llave que me dio Isabel a la semana de estar trabajando, me dijo que me veía con buenos ojos y que seguro que era buena chica y que su sexto sentido nunca le había fallado.

Al girarme para ir hacia mi moto puedo ver a alguien sentado sobre de ella, no lo distingo bien hasta que estoy suficientemente cerca, es él, el extranjero.
Su cabello albino juega con los destellos del sol, no le puedo ver los ojos pues yeva puestas unas gafas para el sol.

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⏰ Última actualización: May 17, 2016 ⏰

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Te Daria La LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora