DEATH AT SCHOOL | SnK

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟗

𝙿𝚎𝚕𝚎𝚊, 𝚙𝚎𝚕𝚎𝚊

𝙻𝚎𝚟𝚒 𝙰𝚌𝚔𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗

Había zombies abajo, ya habíamos llegado al pasillo que llevaba a las gradas hacia el primer piso. Estábamos llenos de sangre y sudor, literalmente, agitados y con los vellos de punta. No sabíamos en qué momento podrían aparecer esos muertos vivientes, no podríamos predecir sus movimientos.

—Levi, debemos avanzar, no hay muchos por el área y podemos desplazarnos con más rapidez —manifestó Armin, sosteniendo con fuerza la pata que había arrancado de una mesa—. ¿Tiene el celular activado? —asentí—. Bien, lo pondremos en lo más alto de la reja que da hacia las calles, si logramos que ellos sean atraídos hacia ese lugar, tendremos espacio y tiempo para poder bloquear todo.

—Entonces debemos llegar lo más rápido posible antes de que Galliard llegue dónde están los demás. Andando. —ordené y comenzamos a correr sin hacer mucho ruido.

Pero creo que deseé demasiado antes de escuchar el gruñido de un zombie.

—¡Eviten pelear y vámonos! —exclamé preocupado y comenzamos a correr hacia las gradas, pero escuché algo caer y volteé rápidamente.

Eren estaba en el suelo y su rodilla sangraba.

—¡Eren! —gritó Mikasa y corrió hasta él, al igual que el zombie.

—¡Eren, Mikasa! —Armin intentó ir, pero lo detuve con una mano.

El zombie estaba a punto de morder a Eren, pero Mikasa interpuso su brazo entre la boca del zombie y el rostro de Eren.

—No…

El rubio se llenó de furia, pues corrió hasta el zombie que había mordido a su amiga y comenzó a golpearlo sin parar en la cabeza. No le importó que sus sesos yacían en el suelo o que sus ojos ya no estaban en sus cuencas, él lo seguía golpeando y Eren solo sostenía a Mikasa con temor mientras ella tomaba su cabeza con su mano.

Caminé hasta Armin y lo llevé dentro del salón.

—Sabes que esto es peligroso para todos, ¿no? —le pregunté, tomando su hombro e intentando no unirme a su desconsuelo. Él asintió.

𝙴𝚛𝚎𝚗 𝙹𝚊𝚎𝚐𝚎𝚛

Dejé a Mikasa apoyada en una de las paredes del salón que estaba a nuestro lado. Ella suspiraba pesadamente y sostenía con fuerza el área mordida.

—Mikasa… E-Estaremos bien, ¿si? Vamos a sobrevivir… Estarás bien, iré a hablar con Levi y buscaremos el antídoto para esto. No te preocupes… —le dije, acomodando su cabeza con cuidado.

—Vayan sin mí… —murmuró y soltó un quejido—. Soy un peligro, Eren…

—No te dejaré aquí, no cuando podemos estar juntos y sobrevivir. Dios… —Tomé mi cabello y jalé de éste—. Si tan solo te hubiera dicho lo mucho que me gustabas… Actuar indiferente, ser cortante, pensé que eso haría más fácil todo…

—Eren…

—No —la interrumpí—. Por más que seas un zombie e intentes devorarme, voy a estar a tu lado. —le afirmé.

Quedamos en silencio un rato.

Esto no puede estar pasando, esto no puede estar pasando… ¿En qué desperdicié todas aquellas oportunidades para poder declararle mi amor? Tal vez era consciente de que no duraríamos mucho tiempo puesto que somos adolescentes, pero habría sido bonito decirles a nuestros hijos: «Estamos juntos desde que estamos en la escuela».