·NOCHES DE VERANO· Pablo Gavi

Estás cayendo en mi trampa.

Viernes, 25 de Abril del 2025. (Barcelona).

14:00Pm.

Llego a la calle Oriol Tort, calle donde se encuentra ubicada la ciudad deportiva del Barça. Esquivo como puedo a los aficionados que se abalanzan sobre el coche.

Aparco el coche en el parking de los jugadores y espero a la salida de Pablo.

-¡Hola!- Comento abrazada a él como si hubieran pasado años sin vernos.

Él sigue mi abrazo y lo termina con un beso.

-Tengo una sorpresa.-Comento.

-¿Ah sí?-Responde él a la vez que sube al coche como copiloto.- ¿Qué es?

-Mejor que siga siendo una sorpresa...

14:14Pm.

Luego de haber encontrado aparcamiento, caminamos agarrados de la mano hasta uno de los restaurantes favoritos de sushi.

-¿Y todo esto para qué?-Pregunta extrañado. Hoy está muy preguntón.

-Nada en especial,quería que pasáramos tiempo juntos. Con todo esto de los preparativos de la boda, los partidos... hemos disfrutado poco de nuestra compañía.

Terminamos la comida y salimos de nuevo a la calle en busca del coche.

-¿Y si vamos al salón recreativo?- Propone él. No me puedo negar, ese salón recreativo fue uno de los lugares donde empezamos a vernos con el grupo y me trae recuerdos geniales.

-Pues allá que vamos.

Subimos al coche y ponemos rumbo al salón recreativo.

16:38Pm.

Paso delante de una maquina de garra que se lleva toda mi atención. -Necesito uno de estos peluches...-Miro casi hipnotizada a los grandes osos de peluches en su interior.

Pruebo suerte a ver si consigo que uno de esos peluches se vengan conmigo a casa.

-Esto está trucado.- Comento a la vez que le doy un golpe a la maquina.

-Lo voy a intentar.- Gavi mete la moneda y mira fijamente a la garra hasta que deja de tambalear.

-¡Ahora!- Indico y pulsa el botón para hacer que la garra atrape al peluche.

Aplaudo emocionada cuando veo como el peluche se viene con nosotros a casa.

-Gracias gracias.-Agradezco juntando nuestros labios.

Seguimos jugando a los miles de juegos que encontramos. Gavi corre hasta un videojuego tipo Mario Kart pero con motos.

-¿Esperas que me suba ahí?- Pregunto.

-Venga va, que no hay nada que temer.- Me intenta convencer.

Al final, acabo subiéndome a la dichosa moto. -Ey ey, esta cosa se mueve demasiado.-Reprocho intentando que la moto no se incline. Ni siquiera llego a tocar el suelo con la punta de los pies.

Pero él ni caso, parecía un niño en una juguetería.

Termina la partida,(por fin, no aguantaba más). -He ganado.-Dice él orgulloso.

-Claro que has ganado, no jugabas contra nadie más.- Vacilo. -Dejé de jugar en la primera curva de la pista.

-Bueno,si tu lo dices...-Intenta huir de mis comentarios.

Siguiente juego, hockey de mesa.

-A ver si aquí también te puedo ganar.- Dice con orgullo.

Niego con la cabeza mientras intento que no se me note que me hace gracia como me vacila una vez y otra vez.

Que yo recuerde esto no se me daba mal, y tampoco creo que sea difícil.

-Sabes como se juega,¿no?-Cuestiona.

-Por supuesto.-Agarro el disco y un mazo para poder lanzarlo.

-Bueno eso ya lo veremos...- Ríe con ego.

Pongo una mueca y lanzo la ficha directa a su portería.

-1 a 0. Con que no sabía jugar, jajaja.-Chincho.

-Relájate que nada más es un punto de ventaja.

Seguimos picándonos y jugando, aunque más de lo primero.

"No me seas tramposa Lidia." Y "¿Quieres dejar de llorar Gavira?" : son los bonitos comentarios que nos hemos dedicado durante la partida.

Se supone que veníamos a pasar el tiempo en pareja, no a querer dejar de ser una pareja.

3 a 7, creo que Pablito debería rendirse. Alguna vez que otra, cuando lo pillaba mirando a otro sitio y estaba despistado, movía los números de mi marcador para llevar ventaja. Prometo que solo lo he hecho 1 vez.Bueno, 2 veces quizá. Gavira, estás cayendo en mi trampa.

-Ey ey,¿desde cuando has subido 3 puntos más?- Duda Gavi.

-Pues... ganándote.- Digo cubriendo mis trampas.

-Llevas haciendo trampas toda la tarde.

-¿Perdona?- Pregunto furiosa.

-No pasa nada, perdonada.- Sigue vacilándome.

Dejamos la maquina del hockey de mesa para ir a unos tiros libres de baloncesto.

-Empieza tú.-Propone.

Agarro el balón que apenas puedo sostener porque tiene el doble tamaño de mi cara.

-El balón es más grande que tú.- Su confesión me hace reír.

Tiro el balón hacía la canasta y con mucha suerte, la pelota roza el aro. Alargó mi brazo más de lo que es permitido y empujo la pelota hasta dentro de la red.

-Voy ha hacer como que no he visto eso.- Se tapa la cara con la sudadera.Pongo el dedo sobre sus labios para que se calle.

Sigo con el reto y consigo meter varios tiros. -Ni tan mal.-Comento.

-Sí descuida, ya mismo te llaman desde la NBA.

-Pues hazlo tú listillo.-Comento dandole el balón. Sé que lo suyo es el fútbol, nada que ver con baloncesto. Pero me voy a reír lo mismo que él lleva riéndose de mí desde que entramos al local.

Tira varios tiros que ninguno logra ni siquiera rozar el aro. Disimulo mi risa tapándome la boca con la mano. Resisto todo lo que puedo, pero ver que es más malo que yo me hace añadirle más gracia al asunto.

-Bueno vámonos que creo que la maquina está rota o algo.- Intenta esconder lo patético que ha sido. Pasa su brazo por encima de mi hombro y me acoge entre sus brazos.

-Sí, eso mismo te iba a decir.-Finjo como si no me hubiera puesto roja de la risa.

18:22Pm.

Llegamos a casa y vemos a Bimbo desesperado por salir a su paseo.Colocamos la correa y elegimos una pelota para jugar a esconderla y buscarla.

Salimos por la zona de campo y mientras Bimbo busca la pelota, nosotros charlamos.

-No ha estado tan mal el día.- Comento viendo como el sol empieza a esconderse y da comiendo el atardecer.

Me encantan estos días con planes inesperados. Acaban siendo los mejores por muy sencillos que sean.

-Lo que sí ha estado mal han sido tus tiros,morenaza.- Reprocha él. Pongo una mueca de asco, pero no puedo evitar sacar a la luz mi sonrisa.

No os podréis quejar, he cogido carrerilla y he subido 3 capítulos en una semana. ¿Me ayudáis votando la historia?💕.