De boda en boda y tiras porque te toca.

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Sábado 2o de Abril del 2025. (Barcelona).

8:00Am.

Me levanto lo más temprano que puedo para preparar las últimas cosas de una boda que ni siquiera es mía, pero por una amiga lo que sea.

Llego a la sala donde será el banquete para esta noche y pongo un poco de orden. Estoy agobiada no, lo siguiente.

-Vamos a ver, las dichosas margaritas por allí. No me las mezcléis con los jazmines.-Intento que todo esté en su lugar y a la perfección.

-Tía pero tranquilízate.-Dice Alba lo más tranquila.

-No si es que parece que me caso yo. No sé como manejas esos nervios.

9:50Pm.

Llegamos a la cafetería que está cerca de nuestro antiguo instituto y nos reunimos todas para desayunar juntas.

-Y pensar que cuando veníamos a merendar aquí éramos unas crías.-Recuerda Aitana.

Quien diría que casi seis años después,volvemos a estar aquí a un par de horas de la boda de una de esas crías.

Sigo sin notar ni un poco de nervios por parte de Alba, me parece raro, siempre he visto a otras novias atacadas. Sin embargo, se ve que ella no pertenece a ese tipo de novias.

11:37Pm.

Llego a casa y me doy un baño para intentar despejarme, me pongo unos pantalones deportivos y un top sencillo y cómodo. Busco mis zapatos y me calzo las deportivas.

-Nos vamos de paseo.- Comento a Gavi cuando lo veo en la cocina.

Cojo la correa de paseo de Bimbo y abro la puerta de casa para el paseito mañanero.

-¡Nos vamos a la calle!- Repito para ver la reacción del pequeño animal que muestra su nerviosismo moviendo la cola y saltando alegremente.

Cierro la puerta de casa y caminamos hasta un descampado cerca de casa. Para que corra, juegue... y se canse. -¡Corre busca!-Tiro la pelota y él sale flechado a por ella.

Segundos después regresa sin la pelota. -¿Y la pelota?-Me extraño.-Ahg que vago eres, ya voy yo. Pero que sepas que así no es el juego.

Termina el paseo y volvemos a casa para descansar un poco y tener las fuerzas repuestas para esta noche.

16:15Pm.

Salgo de casa y me dirijo a la casa de Alba para arreglarnos todas juntas.

-Aquí traigo los vestidos de damas de honor.- Reparto el vestido de cada una. Termino de arreglarme y de ser maquillada por una profesional.

Estoy en uno de los sillones de la casa, con la mirada en mi móvil sin ser parte de todo el revuelo que se está causando en el gran salón.

-Lidia, por favor ayúdame a ponerme el vestido.-Ruega.- Las otras tienen demasiados nervios, me lo pisarán y probablemente mancharían de rímel con tantas lágrimas.

Me levanto del sillón y ayudo a que entre en el vestido. Retoco la cola y el le sujeto el velo con ayuda de unas cuantas horquillas.

-Ya puedes girarte.

Se da media vuelta frente el espejo y repasa cada parte del precioso vestido con su mirada.

-Pequeña, ¿estás bien?- Cuestiono el por qué de esa cara larga.

-Ah, sí... bien supongo.- Suelta estas frías palabras.

-Sé sincera. ¿Tú de verdad quieres dar este gran paso?

·NOCHES DE VERANO· Pablo Gavi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora