Stalkdead || Taekook Au

[Flashback] Jueves 20 de octubre

-¿Entonces qué fue lo que le pasó? -habló el menor, tenía la piel demasiado palida y unas ojeras marcadas adornaban gran parte de su rostro.

-Se fracturó las costillas y ante el brusco movimiento del vehículo estas perforaron ambos pulmones. Aunque la ambulancia hubiera llegado antes es probable que no hubiera servido de nada, pues el aire dentro del espacio pleural hizo colapsar sus pulmones con demasiada rapidez.

-Fue mi culpa...

-No Jungkook, deja de de decir eso -lo reprendió Yoongi a su lado-. El único responsable del accidente fue aquel desgraciado que conducía en tales condiciones.

-Pero yo le insistí en salir esa noche, él dijo que no quería que estaba muy cansado y quería quedarse en casa, pero yo insistí hasta convencerlo. Si no hubiera sido tan caprichoso, él aun estaría vivo.

-Nadie podía predecirlo, no tienes la culpa.

-Si Yoongi, tú no lo entiendes, no fue solo aquel vehículo en sentido contrario. Taehyung no quería salir porque habíamos peleado, ambos estabamos cansados por eso, el cansancio me hacía cerrar los ojos de vez en cuando y eso no me importó porque me sentía tan impotente por la discusión de esa tarde que solo quería que fueramos a un lugar dónde pudieramos arreglar las cosas. Hubiera podido frenar a tiempo si hubiera visto aquel coche que no vi porque tenía los ojos cerrados.

Su amigo se estremeció ante tal declaración, eso no lo había mencionado en la estación de policía y era información completamente nueva. Sintió ira al escucharlo porque entonces si, en efecto, parte de la responsabilidad recaía sobre él.

Mas al verlo ahí, tan destruido, tan dañado, ver sus lágrimas, sentir su dolor, la culpa dañandolo lentamente, no podía recriminarle un error cuando ya era suficiente con el como se sentí en esos momentos.

Estiro uno de sus brazos para atraerlo y abrazarlo, permitirle sentirse romper en los brazos de alguien que en ese momento no le recriminaría nada.

Hizo circulos en su espalda esperando a que el llanto cesara. Sintiéndolo hipar contra su pecho y mojar su camiseta de culpa.

-No pude protegerlo, no pude ayudarlo, no pude salvarlo.

Y esos pensamientos que escocían en su corazón, serían suficientes para peseguirlo hasta su muerte.