STORIES Vol.1 | Futbolistas

9: LA FIESTA DE HALLOWEEN - Ferran Torres (Especial biología ''Veranos'')

–Entonces, ¿de Power Rangers? – pregunto y Eric asiente.

Estamos haciendo videollamada mientras yo voy a comprar mi disfraz para la fiesta de mañana por la noche.

–Sí, he pasado los colores por el chat, los ha decidido la ruleta aleatoria, así que no os quejéis.

Asiento. Me ha tocado el azul, solo espero que tengan en la tienda. Es la tercera a la que voy hoy.

Voy por el pasillo cuando oigo que me llaman.

Levanto mi mirada y veo a Nico apoyado en una columna.

–Hey tío, has venido a por el disfraz? – pregunta y asiento.

–¿Y tú?

–Dio está en la tienda, probándose un corsé para lo de las Winx.

Mia me había hablado de eso. Iban a ir cada una de una hada diferente. Ella ya lo tenía todo excepto unos brillos raros que iba a comprar luego. Tampoco presté atención porque no entendí ni la mitad.

...

¿Maddie esta con su abuelo? – pregunta Pablo y asiento.

Hemos quedado en casa de Eric para vestirnos con los monos de colores de los Power Rangers.

–Su abuelo la adora y quiso quedarse con ella cuando Mia le comentó lo de la fiesta.

Él cántabro sonríe, algo apenado.

–¿Tío, estas bien? – pregunto al verlo raro.

Me mira poniéndose un guante y asiente.

–Si, si, solo que – suspira –. Me gustaría tener a Cami aquí.

Asiento.

–Bueno, quizá el próximo Halloween no tenga gira.

Él asiente, pero sigue triste. Camila había sacado disco en junio, y llevaba meses de gira yendo a un montón de ciudades a dar conciertos en estadios y festivales. Lo estaba petando en cada lugar al que acudía.

–No sé. ¿Crees que funcionamos bien? En plan, ella no para de viajar y cuando esta en España yo estoy viajando por el futbol. No la veo casi nunca.

–¿La quieres? – pregunto.

–Claro que la quiero. Es lo que más quiero en este mundo.

–Ahí tienes tu respuesta Pablito.

Él asiente.

–Esta noche disfruta, llamala mañana y hablas con ella.

Vuelve a asentir.

...

Entramos con la música ambiental de la serie. Busco a Mia y no me cuesta encontrarla.

–Mi hada favorita – digo a su lado.

Ella sonríe y se gira a mirarme.

–Mi Power Ranger favorito.

Me besa y pongo mis manos en su cintura, aunque terminan bajando.

–Ferrari – murmura a escasos centímetros de mí.

–¿Qué? – susurro con voz ronca en su oído.

No dice nada, vuelve a besarme.

...

Bailamos en la pista de baile improvisada Me Pregunta, de The Academy. Mia lleva toda la noche rara, como si quisiese decirme algo, pero se cortase.

Terminamos de bailar y tomo su mano, llevándola a la terraza de Eric y Ada.

–¿Ferran que...? – pregunta extrañada soltándose de mi agarre.

Le miro y suspiro. Aquí hace bastante frío la verdad. Mia me mira esperando a que diga algo.

–¿Qué te pasa? Estás rara.

Aparta la mirada.

–No me pasa nada Ferrari.

Le miro de nuevo.

Antes de que pueda decir algo, un borracho Pedri se nos acerca.

–¡Tíos! Vamos a cortar el pastel, veniros.

¿Pastel en Halloween? ¿Es una boda?

–¿Pastel? – dice Mia rara.

–Lo han traído, ay yo que sé, suficiente tengo con mi corazón roto – dice, este niño va muy borracho.

Entramos al salón con Pedri casi en brazos, ya que al canario le cuesta bastante mantenerse en pie.

...

Como pastel mientras miro a Mia, que sigue con cara de preocupación.

–¿Qué le pasa a tu novia? – pregunta Alejandro a mi lado –. La he visto antes llorando con Dafne y Ada arriba.

Le miro.

–¿Cómo? – casi grito.

–Comiendo lomo – grita Pedri desde el sofá.

Para una vez que bebe y menudo cebollón ha pillado el pobre. Mañana no se acordará ni de la mitad de las cosas que ha dicho y hecho. Por suerte está Eric grabando casi todas las cagadas que ha ido haciendo para que mañana las vea.

–Obviando el borracho Pedri que madre mia como esta, le pasa algo. ¿Habéis discutido?

Niego.

–A saber. Luego hablo con ella.

...

La fiesta continua, bailando y bebiendo – algunos con moderación y otros todo lo contrario – y apenas hablo con mi morena.

Tres de la mañana y la gente comienza a irse. La fiesta ha acabado.

Voy hacia Mia, que esta ayudando a Eric a quitar una cadena de globos.

–Ferran ayudame a quitar eso – dice la valenciana, que no llega a quitar la decoración.

La cojo, poniendo sus muslos en mis hombros, y ella comienza a quitar la decoración del techo.

–Mia ves rápido – digo, ya que no podré aguantar mucho. No la estoy agarrando y me estoy cansando.

–Agarrame del muslo que me voy a caer – pide y lo hago de inmediato.

A los segundos termina y la bajo, quedando en brazos.

–Ferran, tengo que contarte algo importante.

–¿Sí?